El gobierno cobró impuestos en 2018 por un valor de 3,38 billones de pesos (millones de millones). Esta enorme masa de dinero fue un 31,2% mayor a lo que la administración de Mauricio Macri recaudó en 2017. ¿Qué significa esto? Que la recesión y los cambios que introdujo el gobierno en los impuestos, haciendo que algunos paguen menos y otros más, implicaron una caída real en los ingresos fiscales ya que la inflación de 2018 fue del 48% según la mayoría de los cálculos.
La suba de la recaudación por debajo de la inflación implica que hubo un menor movimiento económico. “Tuvimos un año hasta marzo. Luego, la realidad cambió radicalmente”, dijo este miércoles Leandro Cuccioli, titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), al explicar la dinámica del cobro de impuestos en 2018.
Con todo, Cuccioli destacó que el cobro de IVA, Ganancias y el impuesto al cheque, todos tributos vinculados a la actividad económica, “fue mucho mejor de lo que creíamos en abril”, cuando arrancó la corrida cambiaria que profundizó la recesión y disparó la inflación.
Algunos de los números oficiales sirven para reflejar esta situación. La suba en el cobro del impuesto a las Ganancias fue del 33,7% en la comparación de todo 2018 versus 2017. En tanto, en el caso del IVA, esa alza fue del 44,3%. La del cheque alcanzó al 35,6%.
Una mención especial merece la recaudación tributaria por IVA. Se trata de un impuesto regresivo ya que todos los contribuyentes pagan lo mismo sin importar su condición económica. El rico y el pobre pagan el 21% de IVA por la compra del mismo kilo de arroz. A pesar de ello, el dinero proveniente del IVA es cada vez mayor. En 2015 equivalía al 26% de toda la recaudación. En 2018, ese nivel se elevó al 32,6%.
El gobierno nacional suele contestar con que ha fortalecido el pago de impuestos vinculados al patrimonio, como Ganancias. Pero la realidad es bien distinta. En 2015, los ingresos fiscales por Ganancias representaron el 22,5% del total de la recaudación de ese año. En 2018, ese nivel bajó al 21,9%. Pero con un agravante: entre uno y otro año casi se duplicó la cantidad de personas que pagan impuesto a las Ganancias y cuya única “ganancia” es su salario o su jubilación. Según los datos de la Jefatura de Gabinete, el promedio de contribuyentes de la cuarta categoría –que es como se los conoce según las normas vigentes- que pagó Ganancias en 2015 fue de 1.189.342 personas. En 2018, esa cantidad había subido a 1.919.289 personas en promedio hasta julio.
Es decir, si casi se duplicó la cantidad de asalariados y jubilados que pagan Ganancias y al mismo tiempo la recaudación por este impuesto bajó como proporción del total, quiere decir que los otros sectores que pagan Ganancias bajaron su aporte. ¿Cuáles son esos sectores? Las empresas.
Las empresas son también las beneficiarias de una decisión del gobierno para tributar menos a la Seguridad Social. En 2018, las contribuciones patronales crecieron apenas un 24,3%, la mitad de la inflación. En ello influyó la decisión de comenzar a reducir esas contribuciones, explicó Cuccioli, quien además señaló que la escasa suba anual que también se verificó en los aportes de los trabajadores a la Seguridad Social, del 26,2%, se debió a “la pérdida del poder adquisitivo del salario y a la poca creación de puestos de trabajo”.
El jefe de la AFIP se mostró optimista sobre la recaudación de este año. Estimó que “la cosecha se normalizará y será la contracara de 2018”. También previó una fuerte suba en el cobro de impuestos a las exportaciones, que crecieron un 150% en 2018 respecto del año anterior por la extensión de las retenciones a todas las exportaciones.