Unas 450 mil empresas se inscribieron para recibir la ayuda estatal para cumplir con el pago de los salarios de abril pero, por diferentes razones, en una primera tanda, que aplicará para el pago de los salarios de abril, sólo alcanzará al 30% del total y el techo será el 50%, que estará autorizado a mitad de semana.
Fuentes industriales que están entre las beneficiadas por el programa estatal de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) confiaron que la AFIP informó que el pago se hará efectivo entre el viernes 8 y el lunes 11 de mayo.
El martes pasado, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, adelantó al canal A24 que la primera tanda de inscriptos fue de 450 mil empresas. El Estado aprobó a 160 mil de ellas, que emplean a cerca de 1.300.000 personas. El cálculo da un poco más del 35% del total de inscriptos.
La información que manejan algunas empresas es que en un primer tramo se cobrará un 30% y que el gobierno prometió llevar la proporción al 50% para el miércoles próximo. De cumplirse con esta meta, serán cerca de 2.250.000 los trabajadores que cobrarán una parte de sus salarios por medio de la ATP. Los fondos saldrán de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
El gobierno, a través de Kulfas, y las empresas con las que habló este medio destacaron el número en el contexto de las dificultades que se presentaron. No solo porque el proceso de derivar el pago se realizó en medio de la cuarentena sino porque se presentaron una multiplicidad de problemas administrativos internos y con la información que presentaron las empresas, factores que complejizaron la tarea.
Además, las partes señalaron que el universo de las firmas que podrían calificar se amplió en la semana a nuevos sectores de la economía, lo que anticipa un aumento del número final de beneficiados. En la entrevista con A24, el ministro Kulfas se abstuvo de confirmar ese número. Tres días más tarde, la AFIP empezó a confirmar la información a las empresas pero el dato seguía en reserva.
El gobierno lanzó el ATP el 20 de abril, después de que las empresas hicieron públicas las dificultades que afrontaban para pagar los salarios de abril por el congelamiento de la economía en la pandemia de coronavirus.
El programa ATP contiene varias iniciativas. La más conocida es que el Estado se hace cargo del 50% de los salarios de las empresas que pueden probar la crisis que alegan. El programa incluye créditos a tasa cero para los adheridos al Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, además de un sistema de prestaciones por desempleo y créditos para pymes al 24% de interés, y descuentos de hasta el 95% en las contribuciones patronales a la Seguridad Social.
Aunque inicialmente el gobierno aspiraba a cubrir con esa ayuda al 80% del empleo privado, a la hora de poner en práctica el programa se presentaron inconvenientes administrativos relacionados a información de las empresas y de los trabajadores que dificultaron el proceso.
Como resultado, las primeras que entraron en el beneficio “son las empresas más grandes, las más regulares, las mejor organizadas administrativamente” mientras que otras de menor envergadura quedaron al margen, explicó un industrial confirmado en la primera lista de beneficiados.
También se presentaron inconvenientes administrativos dentro del Estado. Varios consultados mencionaron problemas de caídas frecuentes del sistema informático heredado de la gestión de Cambiemos.
El problema de la facturación anual
Uno de los requisitos para obtener la Asistencia a la Producción y el Trabajo (ATP) es que las empresas hayan facturado entre el 12 de marzo y el 12 de abril «un monto igual o inferior al del mismo período de 2019». Esta obligación generó ruido en los ambientes empresarios con el argumento de que era de difícil cumplimiento en un país con un 50% de inflación anual.
Sin embargo, un trabajo del Ministerio de Desarrollo Productivo muestra que una gran cantidad de sectores redujeron su facturación. Y que dentro de esos sectores, hay segmentos y empresas individuales que muestran caídas de hasta el ciento por ciento. Incluso, caídas sustanciales en la facturación se observan en sectores y empresas que actúan dentro del universo de las “esenciales”, es decir, los que siguen en actividad en la cuarentena.