-¿Cuáles son los problemas del régimen laboral vigente?
-Hay un sistema legal y un modelo de relaciones laborales que en los países desarrollados ya no existe. Ahí la mitad del salario es fijo y mitad es variable, por rendimiento. La jornada varía según las necesidades de cada operación, acá seguimos con la jornada de ocho horas. Nuestra legislación es de la posguerra.
–¿La reforma en Brasil acelera los tiempos?
-Si seguimos alejándonos en materia de competencia, Brasil se va a llevar todo. Ya tenemos dificultades para tener inversiones y Brasil subió más escalones.
–¿No empezó ya la reforma con la firma de los convenios de Vaca Muerta o Uocra?
-Sí, por supuesto. Soy muy optimista. Hay una gran conciencia entre sindicatos y empresas de que hay que hacer cambios importantes porque si no nos vamos a quedar sin empresas y sin empleo.
–Hay dos posturas sobre si es necesaria una ley general o si es mejor avanzar por convenio. ¿Qué opina?
Las leyes necesitan una reforma integral pero no para suprimir beneficios. Además, hay que abordar cada convenio porque cada uno responde a un modelo de trabajo
. –Dice que hay que mantener las condiciones pero que la jornada de ocho horas no va más
-La jornada variable ya la usan varias empresas. La remuneración no es por hora sino por el resultado. Son cambios inexorables. Si no los hacemos, no somos competitivos.
-En Brasil les dieron primacía a los convenios por empresa… ¿No afecta la competencia entre empresarios?
–Desde el punto de vista jurídico, si no existieran los convenios los trabajadores estarían en un flor de problema porque la legislación es de las cavernas. De los 170 artículo de la LCT, tienen vigencia 20. El CCT es la forma que tienen los sindicatos de fijar condiciones mínimas para que el empleador no se abuse.
–Pero en Brasil se le da primacía al acuerdo por empresas
-En los hechos no funciona así. Acá tenemos muchos sindicatos que nunca firmaron convenios por actividad, como Smata que se ocupa de que las condiciones sean más o menos similares en todas las empresas. Lo importante para la actividad productiva es que la competencia permita que los costos sean comparables con los de otros países. En 20 años nos hemos ocupado de tener los costos laborales más altos y la más baja productividad. Hay que cambiar las dos cosas.
–La reforma en Brasil desvinculó la indemnización al salario . La UIA lo saludó, pero se supone que la reforma es para generar empleo, no para despedir
-Yo esa parte no la entiendo. La mayoría de las reformas apuntan tener una legislación que permita adecuar las leyes a las nuevas tecnologías. La discusión de la indemnización por despido es para un trasnochado. Nadie piensa que la reforma es para despedir.
–Por algo lo pusieron
-Ninguna de las empresas grandes que yo asesoro está preocupada por despedir barato. Lo que quieren es desarrollar su producción y que la legislación no sea una traba para eso.