Los aumentos continúan en lo que va de octubre con la tendencia que mostraron en los meses precedentes, en especial después de la corrida cambiaria de la última semana, que repercutió inmediatamente en el comercio mayorista y en las góndolas y mostradores del segmento minorista.

Los proveedores de carnes enviaron sus productos a las carnicerías de barrio con incrementos del 15% promedio y los almacenes y autoservicios de cercanía recibieron listados de mayoristas y distribuidores con aumentos del 10% promedio en productos de consumo masivo como lácteos, galletitas y gaseosas.

Las subas importantes venían desde la primera semana del mes, período durante el cual PxQ destacó saltos de dos dígitos, por ejemplo, en bananas (12,9%) y azúcar (12,2%), a la par de otros menores, pero igualmente destacados, como aceites, con el 6,2% semanal; y pan fresco, con el 4,7%. En ese tramo la carne ya había registrado una variación del 2,4%.

En esa primera semana, los incrementos más importantes se registraron en los precios regulados con picos en transporte y colegios privados. Los productos contenidos en el programa oficial Precios Justos aplicaron un aumento del 5%.

Pero la segunda semana de octubre profundizó las turbulencias con una corrida de todos los dólares alternativos, especialmente el blue, y la posterior decisión oficial de unificar al alza las cotizaciones oficiales para contener la expansión de la brecha con las divisas informales.

El impacto total de esas alteraciones del tipo de cambio de la moneda estadounidense se verá, en toda su amplitud, en las próximas semanas. Pero, tal como pasó con la devaluación oficial post PASO, el traslado a precios en una proporción significativa fue inmediato.

En la segunda semana de octubre, la consultora LCG, fundada por el economista y político opositor Martín Lousteau, registró una aceleración de los precios de los alimentos respecto a la semana anterior del 10,4% en «Comidas para llevar», y del 10,2% en «Frutas» (el rubro «Verduras» cayó 2,2%).

También aumentaron por encima del promedio los rubros que abarcan productos como aceite, lácteos, huevos, panificados, cereales y pastas.

En el período de cuatro semanas que va desde la segunda semana de septiembre y la segunda semana de octubre, LCG midió aumentos de hasta el 11,7% (azúcar, miel, dulces y cacao).

¿Desabastecimiento?

El cuadro se complejiza cuando la aceleración de los precios se complementa con escasez de mercaderías.

Los comerciantes de barrio que aprovecharon el viernes feriado para reabastecer sus negocios, se encontraron con faltantes de productos de limpieza, arroz (en muchos casos aseguran que la ausencia de este alimento en las góndolas es total); fideos secos y la mayoría de las marcas de galletitas.

Pero también sorprendieron testimonios de hipermercados del AMBA que, además de esos productos, advierten un remarcado desabastecimiento de azúcar, uno de los productos que más aumentó en el año, atún y cervezas.

Según estas fuentes el desabastecimiento ganó nuevos productos mientras que otros, como el arroz, arrastran el problema desde hace mucho.

El caso del arroz es particularmente llamativo y tiene un historial importante en lo que va de 2023, asociado en parte a la sequía que afectó la cosecha y también a maniobras de retención del producto por parte de empresas que no pueden trasladar a precios minoristas los aumentos de costos.

Proyecciones

El dato del Indec con la inflación de septiembre confirmó los pronósticos privados, consolidando un promedio del 12,7% que se explicó, en parte, por las repercusiones de la devaluación que siguió a las primarias de agosto.

Nuevamente, y pese a la vigencia de múltiples acuerdos de precios con las empresas del sector, el rubro «Alimentos y Bebidas», aumentó 14,3%, ubicándose tercero entre las divisiones más inflacionarias y, otra vez, como la de mayor incidencia en el índice general en todas las regiones del país.

La estadística oficial general superó las expectativas del mercado. En el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que elabora el Banco Central (BCRA) con información de bancos y consultoras muy informados sobre el sector privado, los consultados previeron una inflación del 11,7% para el noveno mes del año.

También pronosticaron una desaceleración para octubre, con un pronóstico del 9,5%, pero el ida y vuelta de preguntas y respuestas se realizó entre el 27 y el 29 de septiembre, antes de la corrida cambiaria y de la unificación del tipo de cambio oficial.

Latin Focus Consensus Forecast, con información de 52 consultoras que siguen de cerca la actividad económica argentina, ya se refiere en sus reportes a la problemática local de los precios como hiperinflación.

La fuente informó en su último envío que los precios seguirán creciendo en el cuarto trimestre con un horizonte de un 126,5% promedio para fin de año. Y anticipó que para el año que viene se piensa en un aumento de los precios en el orden del 172,1%. «