Los precios al consumidor subieron 2,3% en marzo, informó el Indec. El índice, de alcance nacional, ya acumula una suba de 6,7% en los primeros tres meses del año, mientras en los últimos 12 meses creció 25,4%.
El reporte del organismo estadístico ratificó los números que ya venían manejando las consultoras privadas que realizan mediciones propias. También fue la confirmación del estancamiento en el proceso de desinflación del que se ufana el gobierno, ya que la variación interanual (que surge de comparar el índice actual con el del mismo mes del año pasado) fue exactamente la misma que en febrero.
Más de la mitad del incremento estuvo explicado por tres rubros: educación, por el comienzo del ciclo lectivo (13,8%); prendas de vestir y calzado, debido al cambio de temporada (4,4%); y alimentos y bebidas, que si bien no subió tanto (2,3%, al igual que el nivel general) es el que tiene mayor peso en la canasta familiar.
También fue sostenido el alza del IPC núcleo, que agrupa todos aquellos bienes y servicios que no están afectados por cuestiones estacionales ni sujetos a regulación. En esa categoría, considerada como patrón para la evolución futura de los precios por muchos analistas (incluso por el Banco Central a la hora de trazar su política monetaria), la suba en marzo fue de 2,6%, cifra que augura que la inflación seguirá alta por algún tiempo más.
Si el ritmo al que subieron los precios en el primer trimestre se mantuviera constante, la variación sería de 29,6% a fin de año. En el gobierno se ilusionan con que la tendencia vaya declinando, amparándose en que los próximos aumentos en las tarifas de servicios públicos ya no recompondrán los ingresos reales de las empresas prestadoras sino que se limitarán a acompañar la inflación. Sin embargo, la persistencia del fenómeno asegura un piso de ajustes bastante alto para los próximos cuadros tarifarios. Si a ello se le suma los nuevos valores que comenzaron a regir a principios de abril en materia de gas, transporte público, combustibles y peajes, el panorama dista mucho de la meta del 15% que se fijó el equipo económico para todo 2018.
Así las cosas, una serie de acuerdos paritarios que ya se han firmado por esa pauta, e involucran a más de dos millones de asalariados, quedarían superados por la realidad. Se trata de los que suscribieron sindicatos como el de Comercio, UOCRA, UTA, Luz y Fuerza, SUTECBA, entre otros que, de mantenerse la tendencia deberán hacer valer las cláusulas de revisión antes de lo planificado.
Las dificultades para contener el proceso inflacionario, además, ya están impactando sobre las discusiones paritarias que están en curso. En el caso de la UOM, según trascendió, el mismo gobierno habría ofrecido una suerte de laudo por el 18,5% para intentar dar un cierre a una de las principales negociaciones de los gremios industriales mientras el sindicato reclama un 20%. Los bancarios irán al paro de 48 horas la semana que viene en rechazo a la oferta de las cámaras que se han plantado en el 15% oficial. Los docentes universitarios también se encuentran en medidas de fuerza contra ese techo salarial.