Este miércoles, el Indec revelará el dato oficial de inflación de junio, que el ministro de Economía, Martín Guzmán, ya anticipó superior al 3%, en coincidencia con los primeros indicadores privados. Las fuentes coinciden en que hay una tendencia descendente, pero hay interpretaciones cruzadas.
Por lo pronto, con un IPC en torno al 3% en seis meses se habrá alcanzado el nivel que la administración esperaba redondear en todo 2021.
Es, por ejemplo, lo que arrojó el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que publica mensualmente el Banco Central. La media de las previsiones vaticinó que la inflación minorista de junio se ubicará en el 3,2%; el mismo porcentaje que informó en la semana la consultora Orlando Ferreres & Asociados. Sin embargo, la encuesta del Banco Central advirtió una trayectoria «levemente descendente» del indicador de precios: el cálculo interanual promedio fue del 48,4%, 0,1 puntos porcentuales inferior al que proyectó esa misma encuesta un mes antes.
En sintonía, el instituto Ieral, de la Fundación Mediterránea, reconoció también una tendencia a la desaceleración que parece sostenerse en el tiempo. En su informe de coyuntura publicado en las últimas horas, destacó que la tasa de inflación mensual pasó de un promedio del 4,4% en el tramo marzo-abril a uno del 3,6 % en mayo-junio. No obstante, apuntó que la caída tiene relación con el freno de indicadores de la actividad como la recaudación de impuestos, que cae el 4,7 % en términos reales en el bimestre mayo-junio en relación al bimestre previo. También, señaló la caída de los patentamientos de autos 0 km, que se contrae el 17,6%, y la merma del 9,1% de los despachos de cemento.
En general, las empresas y sus think tank asociados despegan al sector privado del proceso de la formación de precios y atribuyen toda la responsabilidad al accionar político del gobierno y la problemática de los precios internacionales de las materias primas.
En un informe divulgado esta semana, la Fundación Fiel definió los incrementos de precios como producto de la ineficacia de la política oficial, y especuló que el malestar social que acarrea la situación podría generar cambios en el mapa político tras las elecciones legislativas de este año. En particular, atacó los aumentos salariales de entre el 40 y el 45% negociados este año, anticipó que podrían ocasionar mayor inflación y aprovechó para cuestionar nuevamente al gobierno, que avaló esas negociaciones.
Hay que decir que en el caso del REM, los analistas observan una tendencia a la baja en la inflación en simultáneo con el dólar, señalando una de las herramientas que usa el gobierno actualmente. En el último análisis, «ajustaron a la baja sus proyecciones mensuales del tipo de cambio nominal y prevén que alcance $ 108,10 por dólar en diciembre 2021 (-$2,13 por dólar respecto del REM previo)», dice el texto.
Verdura y aceites
Más allá de la discusión teórica, lo real es que los aumentos siguen adelante, y que los bolsillos de los trabajadores se siguen llevando la peor parte.
La consultora LCG informó que la inflación del rubro Alimentos y Bebidas fue del 1,1% en la primera semana de julio respecto a la semana anterior, con especial tracción de las verduras, que lideraron con una suba promedio de 4,9 por ciento.
En el último mes, calculado entre la primera semana de julio y la primera semana de junio, LCG destacó a los aceites como el rubro más inflacionario con un promedio del 6,3 por ciento. La fuente señaló que el promedio mensual dio 3,1%, y coincidió en que forma parte de una tendencia a la desaceleración de los precios, tras estabilizarse al llegar al 3,4 por ciento. «