Los precios minoristas se dispararon en agosto, fogoneados por el movimiento de las variables económicas que siguió a las PASO, y en particular por el arrastre de la devaluación del peso que aplicó el gobierno nacional al día siguiente de los comicios. Los índices que elaboran consultoras privadas y que se anticipan a la medición del INDEC ubicaron el salto inflacionario por encima del 10%.
El Indice de Precios al Consumidor de la consultora Orlando J. Ferreres y Asociados (IPC-OJF) fue del 12,2% en agosto y marcó un 131,7% interanual. Entre enero y agosto el indicador acumuló un aumento del 80,6%.
Los rubros más inflacionarios fueron Esparcimiento con una suba del 21%; Equipamiento y Funcionamiento del Hogar, con el 18,7%; Educación, con el 18,5%; y Salud, con el 12,2%.
Pero Alimentos y Bebidas, con un aumento intermensual del 12,4%, volvió a ser la categoría de mayor incidencia en la conformación del índice general.
La consultora Econviews calculó un incremento cercano al 12% en el octavo mes del año, una tendencia que además se mantuvo en lo que va de septiembre, según adelantó el director de la consultora, Miguel Kiguel, en declaraciones a la prensa.
En tanto, para PxQ, que dirige el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, la variación de agosto fue del 11,6%, con una inflación acumulada del 122,6% respecto a agosto de 2022 y del 78,8% en lo que va del año.
Para esta consultora, el segmento de mayores aumentos fue Restaurantes y Hoteles, con un 17%; Salud en tanto promedió 15,7% debido a subas de medicamentos (ahora congelados hasta el 31 de octubre) y tarifas de empresas de medicina prepaga.
Los alimentos treparon el 12% especialmente traccionados por la carne vacuna. La fuente explicó que los precios mayoristas subieron más del 60% promedio entre la última semana de julio y fines de agosto, lo que derivó en un traslado al precio al público del 40%. Tras la devaluación ordenada por la administración nacional se apreció, además, una serie de aumentos importantes en la carne de pollo y en el cerdo.
Por su parte, el Indice LCG de Alimentos y Bebidas arrojó un promedio del 10,1%, acelerando en forma sostenida desde la tercera semana de julio. Esta fuente también resaltó el incremento de la carne, con el 11,3% mensual, que quedó por debajo de Panificados (13%) y Verduras (12%), pero que tuvo la mayor incidencia del mes en el índice general, en el orden del 3,5%.
Focus Market registró variaciones de hasta el 20% en distintas categorías de consumo masivo en el octavo mes del año, asociadas a la devaluación post paso. El registro tuvo un impacto directo en el poder de compra de los consumidores, repercutiendo en caídas de ventas en alimentos, cuidado personal y limpieza.
En la comparación interanual, la consultora destacó el aumento del azúcar, que acumula una variación del 250,8%.
Pero los precios de la comida se incrementaron más dramáticamente en los barrios del conurbano bonaerense, donde el ISEPCI midió una suba de la canasta de alimentos del 27% con posterioridad a la devaluación posterior a las primarias.