El portal El Cohete a la Luna publicó el domingo pasado una lista conformada por las que serían las 100 personas jurídicas que habrían fugado divisas en forma masiva durante el gobierno de Mauricio Macri.
Si bien el artículo fue criticado por contener información que presuntamente es “secreto fiscal”, nadie lo desmintió. Ese solo hecho es todo un dato ya que los involucrados allí son varios centenares de personas, entre ellos hay dueños y directivos de empresas y exfuncionarios. Los cinco primeros nombres de esa lista son: Telefónica Móviles, Pampa Energía, Western Union, American Express y General Motors.
El artículo, firmado por Horacio Verbitsky, incluyó un cruce con los datos oficiales de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados que presidió el diputado Eduardo Di Cola y que registró la fuga de divisas de 2001. La comparación incluyó a dos listados privados más, uno confeccionado en 2018 por el Área de Economía y Tecnología de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), y otro del periodista y economista Alfredo Zaiat, de 2013. Si bien no son oficiales, estos últimos constituyen informes de referencia a la hora de investigar este tema.
Según la publicación, estas 100 empresas “eran expertas en lo que hacían”. De acuerdo con el cruce de datos, 52 de las cien empresas que más divisas fugaron entre 2016 y 2019, según el listado publicado por El Cohete a la Luna, ya lo habían hecho antes. Cinco están presentes en los cuatro listados, de ellas se podría decir que mantienen una política permanente de formación de activos externos.
Cabe aclarar que la formación de activos externos o fuga representa a las divisas, especialmente dólares, acumuladas sin otro objetivo que el atesoramiento. No incluye a las divisas empleadas para el pago de las importaciones, deudas y royalties o para la remisión de utilidades. Esos objetivos están ubicados en otros casilleros de la balanza de pagos.
Otro dato interesante del cruce es que de las 100 personas jurídicas más fugadoras de divisas durante el macrismo, prácticamente la mitad (48, en rigor) sólo lo hicieron durante el gobierno de Cambiemos y no antes. Esto podría estar marcando cierta modificación producida al interior del mundo empresario en los últimos años, que estaría signada por un amplio consenso empresario en el sentido de retirar del sistema local de financiamiento y producción una parte de su capacidad de generar ahorro al transformarla en divisas y atesorarla, bajo el colchón o fuera del país.
Buena parte de los nombres de las personas jurídicas enlistadas según El Cohete a la Luna son las mismas cuyos representantes aparecen impulsando políticas de presión a favor de la ampliación de los derechos y libertades de las empresas en su relación con los trabajadores, los consumidores o los poderes estatales. Y últimamente actúan tras el objetivo de un acuerdo por la deuda entre el gobierno nacional y los bonistas (ver nota principal), para lo cual presionan al deudor, no a los acreedores.