La crisis industrial que hace estragos entre las pymes pero que ya da fuertes señales en fábricas de porte como las automotrices se hace presente también en la producción tabacalera.
Hoy, la British American Tobacco Argentina (ex Nobleza Piccardo) inició formalmente en el Ministerio de Trabajo el procedimiento preventivo de crisis en medio de fuertes rumores de suspensiones de personal.
En la actualidad la firma da empleo a 853 personas en sus dependencias administrativas, industriales y de distribución en San Isidro, Pilar y otras localidades alrededor del país.
Las primeras versiones partieron de fuentes del ámbito judicial, que advirtieron que la compañía está negociando con las autoridades del gobierno nacional un programa de medidas podría afectar las tareas habituales de los trabajadores de esa firma.
El contacto anticipó que «la tabacalera ya presentó en el Ministerio de Trabajo ‘situación de crisis'» y agregó que «van a arrancar con las suspensiones».En esa línea, agregó que «el ingreso de los cigarrillos de afuera es una de las causas de esta crisis» señaló que «hay mucha preocupación entre los trabajadores» de la firma.
La empresa confirmó a Tiempo que el día de hoy se inició el procedimiento preventivo de crisis» ante la cartera laboral «a los fines de adecuar la estructura operativa actual a la nueva realidad del mercado, teniendo en cuenta la crisis que afecta al sector y la baja en los volúmenes de venta a nivel nacional.
La fuente no confirma las suspensiones pero justifica el procedimiento como consecuencia de la fuerte suba de la carga fiscal -del 70 % a más del 80 % del precio de venta de los cigarrillos- que ha provocado la baja de ventas de productos legales y el riesgo de incremento del comercio ilegal, lo que produjo una sensible afectación de la ecuación económica financiera del sector.
Además agregó que la fuerte caída del mercado legal sumado al riesgo de incremento del contrabando y la falsificación, provocados por factores ajenos a la compañía, obliga a realizar una readecuación de la operación industrial a fin de adaptar la organización a un escenario mucho más complejo y crítico.
La situación que afecta con miles de suspensiones a numerosos sectores de la producción nacional amenaza con trasladarse a la industria del tabaco. Una fuente que siguió de cerca el inicio del trámite en el ministerio que encabeza Jorge Triaca aseguró que todavía no se habló de suspensiones y se limitó a decir que la compañía empezó un proceso de adecuación como mecanismo para paliar la crisis.
No se puede decir cuántas personas resultarán afectadas porque son porque no está definido; se está hablando. El problema central es la carga impositiva y el mal estado del sector en general, una agenda de reclamos que las empresas presentaron el año pasado en dos foros que tuvieron lugar en Salta en Buenos Aires con organización de las provincias productoras y del Fondo del Tabaco, concluyó la fuente.