Aunque fueron piezas claves para el ascenso de Mauricio Macri al poder, la ausencia de certezas en el rumbo económico inquieta cada vez más a los empresarios, en especial a los que se mueven en los arrabales del círculo rojo.
La semana comenzó con una bomba para los industriales textiles, uno de los sectores que más dificultades manifiesta por la caída del poder adquisitivo del salario y la apertura de las importaciones, especialmente en el segmento de las prendas terminadas.
Aunque acaba de relanzar con bombos y platillos las llamadas mesas de competitividad después de un cruce de declaraciones con industriales de la UIA, el gobierno congeló en las últimas horas el Proyecto de Ley de Formalización Laboral que negociaba con los textiles y las industrias del calzado.
El proyecto estaba prácticamente listo para su envío al Congreso de la Nación, pero el Ejecutivo justificó su decisión en el marco de las negociaciones con el FMI.
La noticia se publicó inicialmente en el diario El Cronista pero dirigentes de la Fundación ProTejer, que reúne a toda la cadena de valor de esa industria, confirmaron a Tiempo que la mesa sectorial: Está suspendida porque la medida principal se abortó por falta de presupuesto y recortes vinculados al ajuste que impulsa el organismo internacional de crédito.
Pero los textiles no son los únicos que empezaron la semana con el pie izquierdo, porque los despachos de cemento, uno de los denominados brotes verdes de la economía nacional, arrojó en mayo su primer dato negativo después de un año de buenas noticias.
La Asociación de Fabricantes del Cemento Portland (AFCP) tituló su informe del quinto mes del año como leve descenso de los despachos de cemento pero la información habla de una caída interanual del 3,8% y de un descenso del 2,9 por ciento en relación con abril de este año.
El dato es para tener en cuenta, porque está atado al rumbo de la construcción, en particular a la obra pública, en la que el gobierno nacional depositó buena parte de sus aspiraciones económicas a mediano plazo.
A la par, el consumo de cemento, que considera el despacho nacional más las importaciones, cayó 4,4% respecto a mayo de 2017 y otro 3,5 respecto a abril último.
Autos
Los últimos tres registros de la industria automotriz presentan una tendencia descendente. Después de un primer bimestre previsible, la producción cayó de un 25,2% en marzo a un 21,4% en abril. Pero en mayo se produjo un derrumbe estrepitoso al 3,5%, según el informe mensual de la Asociación de Fábricas de Automóviles (ADEFA).
En ese contexto, las ventas de las terminales a las concesionarias cayeron 4,7% comparadas con las de mayo de 2017.
En la opinión del presidente de ADEFA, Fernando Peláez Gamboa, los números responden a la tendencia que planteamos a comienzos de 2018. Sin embargo el empresario alertó que: en los próximos meses se deberá ir monitoreando el impacto tanto de la corrección cambiaria como del comportamiento de las tasas de interés, variables que influyen sobre la producción, exportación y venta de vehículos.
A la par, alertó por la influencia del paro de camioneros de Brasil, que obligó a las fábricas locales a detener la producción en los últimos días de abril y los primeros de mayo.
Pymes, economías regionales y costos del transporte
Mientras se publicaba el informe de ADEFA, en la sede de la Unión Industrial se reunía la Junta Directiva, en la que confluye la dirigencia industrial de todo el país.
Tras el encuentro, los empresarios manifestaron su: Preocupación por la coyuntura económica, principalmente la que refiere a las pymes y a las economías regionales.
En ese orden, acusaron: El impacto negativo que están produciendo las elevadas tasas de interés y la necesidad de que el Banco Central restituya la línea de créditos de financiamiento productivo.
Las declaraciones de la industria nacional coincidieron con un informe de la federación de empresas del transporte de carga (FADEEAC) que anunció este martes un aumento del 1,36% de los fletes en mayo. Ese aumento aportó a una suba anual del 29 por ciento, que supera largamente las previsiones inflacionarias del gobierno.
Otro que se quejó por los aumentos de precios fue el titular de la Sociedad Rural (SRA) Daniel Pelegrina, quien señaló en una entrevista con FM La Patriada que: Claramente hay un problema con la inflación, que hay que atacar, porque erosiona el tipo de cambio y hace que estemos permanentemente en esta corrida, detrás del valor del dólar, y al final de cuenta, podemos tener cualquier nivel de dólar, pero si los costos se afectan por inflación perdemos competitividad.
Sondeo de opinión
La confusión crece en el sector privado pese a que hay organizaciones de gran influencia como el Foro de Convergencia Empresarial que se mantienen fieles a la par del gobierno de Mauricio Macri.
En una encuesta conjunta de las consultoras BDO Argentina y Taquion a la que respondieron 320 ejecutivos a mediados de mayo, el 50 atribuyó la responsabilidad de la situación económica actual al presidente Macri y a su gabinete económico contra un 40,63 que apuntó contra el gobierno de Cristina Fernández.
Lo curioso es que, pese a los antecedentes históricos, el 74,24% de los consultados respondió que, en esta coyuntura, la apelación a la ayuda del FMI es bastante o muy correcta contra un 21,22% que la consideró poco o nada correcta.