Las medidas que tomó el gobierno para detener la pandemia de coronavirus incluyeron el cierre de la mayoría de las actividades económicas. Sólo quedaron abiertas las que fueron consideradas esenciales, un puñado respecto del total. Si bien con el paso del tiempo el gobierno fue flexibilizando la cuarentena al habilitar nuevas actividades y, especialmente, a una cantidad de industrias y fábricas, el número nunca fue importante respecto del total.
A pesar de esta escasez de actividad, la flexibilización de la cuarentena puso de relieve el enorme peligro de conlleva, con el ascenso vertiginoso de los contagios de Covid-19 verificado en las últimas semanas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y que motivó el nuevo ciclo de cuarentena dura que se abrirá desde el próximo 1 de julio.
Así las cosas, un simple repaso de los números de la actividad muestra el impacto de la pandemia. Si bien los datos oficiales llegan con dos meses y pico de retraso, otros relevamientos privados indican que las cifras del trimestre abril-junio serán únicas, por el derrumbe que marcarán.
Ello a pesar de cierto optimismo evidenciado en el informe oficial Evolución de los principales indicadores de la actividad productiva: “Si abril será recordado como el mes con caídas récord históricas en la mayoría de los sectores productivos -como la industria, la construcción, el turismo, el comercio o los servicios ligados al esparcimiento-, mayo se caracterizó por la puesta en marcha de buena parte del aparato productivo”.
PBI
La caída del Producto Bruto Interno puede ser considerada como la punta del témpano. El Indec calculó que la actividad disminuyó 5,4% en el primer trimestre del año en comparación con la misma época de 2019. Sin embargo, el período que abarcó el estudio se vio afectado sólo de manera marginal por la cuarentena y las restricciones a la movilidad originadas en la expansión del coronavirus. Otras estimaciones complementarias dan cuenta de que la caída, no sólo en el ámbito local sino en el internacional, es muchísimo más profunda y tiene muy pocos precedentes en la historia económica.
En la cifra a la que arribó el Indec influyeron rubros gravitantes para la elaboración del indicador y para la vida cotidiana en general, como la construcción (que cayó 20,8%), la industria manufacturera y el comercio (ambas bajaron 6,5%). En el análisis de la demanda, se nota que hay una fuerte caída en las expectativas, como lo demuestra la reducción de 18,3% en la inversión. Esto significa que, sea por imposibilidad material o porque creen que no van a necesitarlo para su actividad, los sectores productivos no formaron capital fijo para usar en el mediano y largo plazo.
Cálculos privados estiman que con posterioridad a esa fecha la situación empeoró. El Instituto de Trabajo y Economía midió una caída interanual de la actividad de 18,5% en abril. La consultora OJF registró en ese período un bajón de 19,2%, el más estridente en los 27 años que lleva elaborando ese indicador (incluso peor que en el dramático diciembre de 2001). También estimó que la caída en la inversión fue de 29,9%. “Ningún sector logró escapar a la debacle general”, dice su informe.
Según consta en los registros del gobierno nacional, entre febrero y abril de 2020 cerca de 15 mil empresas dejaron de presentar sus declaraciones juradas de seguridad social ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Empresas que cierran
En ese contexto, el informe Evolución de los principales indicadores de la actividad productiva indicó que entre marzo y mayo, 14.923 empresas, el 2,8% del total de las firmas privadas que operan en el país, dejó de hacer aportes a la Seguridad Social. El estudio, elaborado por el Ministerio de Desarrollo Productivo, consideró “prematuro” catalogar el número como “cierres definitivos”.
El informe ubica al sector de los hoteles y los restaurantes al frente de los más afectados, “con una caída del 8% en la cantidad de empresas que declaran declaraciones juradas”.
El bajón que anuncian los últimos días de marzo se profundiza en abril, que transcurrió bajo la cuarentena total. Según Desarrollo Productivo en mayo se empezaron a observar señales de reactivación económica.