La economía va recuperando los niveles perdidos el año pasado. Esa conclusión se desprende del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) correspondiente al mes de junio, que divulgó este jueves el Indec. El informe señala que el conjunto de las actividades productivas creció un 4% con relación al mismo mes del año anterior. La medición desestacionalizada, también dio positiva: 0,3% con respecto a mayo.

Las mejoras fueron generalizadas, ya que de 14 de los 15 sectores relevados mostraron avances en la comparación interanual. Los que presentaron mejor rendimiento fueron la construcción (13,2%), la pesca (7,3%), la industria manufacturera (6,2%) y el sector de la intermediación financiera (6,2%). El único rubro que retrocedió fue la explotación de minas y canteras (5,6%).

Aunque la fotografía de junio que tomó el Indec salió bien, un vistazo a toda la película revela que la economía todavía no pudo retomar el tamaño que tenía antes de la devaluación y los tarifazos de fines de 2015 y comienzos de 2016. En muchos rubros la comparación interanual es exitosa porque parte de niveles muy deprimidos. Eso ocurre en sectores que mueven la aguja a nivel empleo, como la construcción (que en junio del año pasado había perdido 16,5% con relación a la misma época de 2015), la industria (había caído 10,8%) y el campo (había retrocedido 8%). El alza global de 4%, la mejor performance del indicador en los últimos 12 meses, no alcanza para compensar la caída de 4,9% experimentada el año pasado.

Esta cuestión estadística asegura indicadores positivos por algunos meses más. Además, el gobierno confía en el empujón que le darán a esos números la gran cantidad de obras públicas puestas en marcha, como también el impulso a la construcción gracias a las facilidades para conseguir préstamos hipotecarios. Y mientras tanto, con el rabillo del ojo trata de observar si se materializan las inversiones tan anunciadas que aún no se terminan de concretar.