La desocupación volvió a pegar un salto. En el primer trimestre de 2017, el fenómeno abarcó al 9,2% de la población; se trata de 1.149.000 personas sin trabajo. El dato fue difundido este miércoles por el Indec, en base a la Encuesta Permanente de Hogares, realizada en 31 aglomerados urbanos de todo el país.
Según el organismo, se produjo un incremento estadísticamente significativo en relación al último trimestre del año pasado, cuando la tasa de desocupación había sido de 7,6%. Esto significa que en los primeros tres meses del año hubo 212 mil personas más sin trabajo que a fines de 2016.
Además, el instituto estadístico midió la subocupación, incluyendo en esa categoría a quienes por razones involuntarias trabajan menos de 35 horas semanales. Esa tasa fue de 9,9%, levemente inferior a la del período anterior. La PEA o población económicamente activa (las personas que tienen una ocupación o que sin tenerla la están buscando) es el 45,5% y creció levemente con relación a fines del año pasado.
Un dato particular es que muchos de los que ya tienen trabajo están buscando otro mejor. Son los ocupados y subocupados demandantes de empleo, según la categoría en la que los agrupa el Indec, y alcanzan al 24% de la PEA. Aunque esa proporción bajó levemente, significa de todas maneras una fuerte presión sobre el mercado laboral.
Este es el cuarto informe sobre el mercado de trabajo que difunde el Indec desde la normalización estadística, a comienzos del año pasado. El del segundo trimestre de 2016 había revelado que la desocupación era de 9,3% y los dos siguientes mostraron una tendencia declinante (8,5% y 7,6% respectivamente). El actual no sólo rompe la continuidad de ese descenso sino que se acerca peligrosamente al primer relevamiento, realizado durante la ola de cesantías en el Estado y en el sector privado verificadas apenas llegó el macrismo al poder.
En el desagregado por regiones geográficas se da un hecho significativo: de los 31 bloques urbanos estudiados, los partidos del Gran Buenos Aires son los más afectados, ya que allí la desocupación trepa al 11,8% (aproximadamente unos 639 mil bonaerenses), superando largamente al Gran Catamarca, a Mar del Plata y al Gran Rosario, otras regiones críticas donde también se rompe la barrera de los dos dígitos. La subocupación en el conurbano capitalino también es alta (11,9%). Dentro de los límites de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los números son un poco más bajos: 7,9% y 7,8% respectivamente. El otro extremo se registra en Viedma y Carmen de Patagones, donde la tasa de actividad es bastante menor y por eso casi no hay desempleo: apenas el 1,1% de quienes buscan trabajo no lo consigue.