La conducción de la CGT dejó trascender que, en una reunión entre partes, sus dirigentes acordaron con la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) la prolongación del acuerdo que sellaron en los últimos días de abril para poner un techo a las rebajas salariales para trabajadores suspendidos.
En su momento, a pesar de que para la conducción de la central, el entendimiento le ponía un límite a las pretensiones patronales, un amplio arco del sindicalismo consideró que, en rigor, implicaba una señal de vía libre para el conjunto de las empresas a la hora de reducir salarios y suspender trabajadores.
Es que, el decreto 297/20 que estableció el aislamiento social obligatorio indicaba taxativamente en su artículo 8 la prohibición para reducir los haberes de los empleados del sector privado que no fueran a trabajar por las imposiciones de la cuarentena.
Si bien todavía no se conoce la letra fina del acuerdo ni, por ejemplo, hasta cuándo se extenderá el entendimiento, fuentes sindicales confirmaron que hay voluntad de las partes para sostenerlo.
El acta, sin embargo, y según lo dispone el decreto 329/20 y la Ley de Contratos del Trabajo, para entrar en vigor deberá ser homologada nuevamente por el Ministerio de Trabajo. En su momento, el anunció empalmó con la decisión oficial de subsidiar hasta el 50% del salario neto de los trabajadores privados.
Desde diversos sindicatos, como el de Aceiteros y el de trabajadores del Subte, se criticó el acuerdo con el argumento de que habilita a las empresas a descargar el peso de la crisis sobre los trabajadores.