La cúpula de la CGT confirmó la semana pasada la realización para mañana de la marcha para conmemorar el Día de la Lealtad Peronista. Los organizadores esperan reunir a medio millón de trabajadores y trabajadoras, convocados por los sindicatos y los movimientos sociales oficialistas. Partirá a las 14 horas desde la avenida Independencia y Defensa para culminar, dos cuadras después, en el Monumento al Trabajo, ubicado en el cruce de Paseo Colón con Independencia.
Convocada para dar apoyo al gobierno en medio de la campaña electoral, fue modificando su naturaleza. El plan original de la Comisión Directiva de la CGT, cuando se reunió el 25 de agosto pasado –junto con su cronograma electoral, definió la realización de la movilización–, suponía un triunfo del gobierno en las PASO y un camino ascendente hacia las elecciones generales durante el cual se renovaría la conducción de la CGT con una lista única capaz de contener a todas las fracciones internas que conviven en la central.
La inesperada derrota electoral del oficialismo modificó el escenario y, si bien la movilización cegetista se sostiene tal como estaba previsto, debió soportar los vaivenes del presidente que, atrapado en su propia interna, amagó con suspender su movilización agendada para el día de hoy y sumarse a la de la CGT. El intento no maduró, entre otras cosas, porque la ingeniería de la movilización es incapaz de tolerar un cambio por más mínimo que este sea.
Es que la marcha también estará atravesada por la elección de la conducción que se realizará el 11 de noviembre y, por eso, será el escenario de una demostración de fuerzas de las distintas fracciones que disputan cargos en la nueva Comisión Directiva.
Esa interna, contenida particularmente por el apoyo al gobierno nacional, tiene su origen más reciente en la fractura de la conducción durante el gobierno de Mauricio Macri. Luego de las protestas masivas de diciembre de 2017 contra la reforma laboral y previsional, y ante una conducta errática de la conducción que llegó a convocar un paro nacional con una hora de anticipación, se produjo una seguidilla de renuncias de dirigentes, inaugurada por el representante de la UOM, Francisco el “Barba” Gutiérrez. Luego se iría uno de los integrantes del triunvirato, Juan Carlos Schmid, junto con una decena de dirigentes vinculados al moyanismo que confluirían en el FreSiMoNa, con los líderes de la Corriente Federal de los Trabajadores más afín al kirchnerismo, que no habían integrado el Consejo Directivo y que se referenciaba en el sector del peronismo más tradicional.
Esa interna, cauterizada en las elecciones de 2019 a partir de la conformación del Frente de Todos, recrudeció sin embargo con la crisis de las PASO y, en particular, con la reciente elección de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), en las que el moyanismo junto con Sergio Sasia impuso su mayoría contra la voluntad de dos dirigentes de peso como son Roberto Fernández de la UTA y Omar Maturano de La Fraternidad. Ellos dos, ahora, amenazan con fracturar esa entidad sectorial.
Con todo, por el momento, todas las fracciones aseguran trabajar en favor de una lista unitaria. La organización del acto, de hecho, hará un esfuerzo para evitar que se exhiba cualquier diferencia o incluso matiz entre las fracciones.
Por ese motivo en el Monumento al Trabajo no habrá oradores que, al mismo tiempo, puedan adelantar alguna relación de fuerzas entre los sectores, y hasta exhibir diferencias de contenido y de tono. Pero además, el documento unitario que presentó la conducción en una reunión en la sede de UPCN al resto de los sectores, para que incorporaran sus aportes y avanzar en un consenso, no será leído en el escenario sino que, en un hecho inédito, será grabado con anterioridad y luego reproducido en el lugar.
Consultado sobre si el documento consensuado incluirá reclamos al poder político o solo manifestará su apoyo, uno de los principales dirigentes del sector liderado por el moyanismo, el canillita Omar Plaini, adelantó a Tiempo que “el documento va a expresar las aspiraciones de nuestro sector, que es el del mundo del trabajo, y también nuestro apoyo al gobierno”. El dirigente explicó: “Lo que tengamos que pedir al gobierno lo haremos en el marco de las necesidades y canales que tiene la CGT. Ya hay sectores que están hablando con el gobierno. En la marcha vamos con un eje central que es el del desarrollo, la producción y el trabajo. Las herramientas las tiene el gobierno”.
La jornada tendrá un alto contenido político y pretenderá exhibir, dentro de lo posible, la unidad del peronismo. «
La AALL critica a Alberto Fernández
El presidente adelantó el viernes a los empresarios reunidos en el Coloquio de IDEA que el gobierno tiene en su agenda dejar sin efecto las medidas protectorias vigentes sobre el mercado laboral. Se trata de la doble indemnización decretada en diciembre de 2019 y la prohibición de despidos resuelta en marzo de 2020 y que, para el presidente, “han sido dispuestas en un momento de excepción y no van a sostenerse en el tiempo”.
Consultada por Tiempo, Cynthia Benzion, presidenta de la Asociación de Abogados y Abogadas Laboralistas (AALL), señaló que “las causas que motivaron ambas medidas no solo no desaparecieron sino que se profundizaron. Sirvieron para contener una expulsión masiva de trabajadores a la marginalidad pero no impidieron ni la pérdida de puestos de trabajo ni el aumento de la pobreza”.
Por eso, la dirigente explicó que “las medidas no fueron para resolver la pandemia sino sus consecuencias económicas y sociales. Si no se atienden con políticas efectivas y se dejan sin efecto la prohibición de despidos y el agravamiento indemnizatorio aumentará el desempleo aún más. Es una medida sumamente perjudicial y peligrosa”.