»¡Poné la fecha del paro!». El grito empezó a sonar fuerte desde el pie del escenario cuando el propio Carlos Acuña, del gremio de empleados de las estaciones de servicio, integrante del triunvirato de la CGT que había convocado a la movilización que prometía el llamado a un paro general en protesta contra las políticas económicas del gobierno nacional, en defensa del empleo y la industria nacional.
Un rato después tomó el micrófono Juan Carlos Schmid, secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, otro de los integrantes del triunvirato y su discurso fue también explosivo en cuanto a las críticas a las políticas del gobierno de Mauruicio Macri, y habló de paro general. Pero no mencionó fecha alguna. Las protestas de los manifestantes contra los dirigentes que estaban en el escenario cada vez hacía más tensa la tarde en la zona aledaña a Diagonal Sur y Moreno, frente al Ministerio de Producción.
Finalmente Héctor Daer, el tercero en cuestión en la cúpula cegetista y secretario general de ATSA, quien, para colmo de males cometió un furcio: anticipó que habrá un paro general antes de fin de año, cuando, se supone, quiso decir antes de fin de mes.
El clima de tensión se desbordó y hubo algunos incidentes. Varuios de los principales dirigentes debieron ser custodiados por integrantes de sus gremios para retirarse del acto.
Una pena. Porque finalmente esa cuestión desvirtuó lo que fue una protesta realmente masiva y con una gran variedad de manifestantes. Miles y miles comapañaron a sus gremios, otros tantos independientes fueron por las suyas. Todo el centro fue una gran manifestación de protesta contra las medidas sociales y económicas del gobierno. Y también lo fue contra la cúpula de la dirigencia cegetista.