“Las expectativas no son buenas para esta Navidad”, aseguró el presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), Matías Furió, en el marco de un informe sobre ventas emitido por la entidad.
La Navidad es una de las tres patas sobre la que se sostiene la industria del juguete. Las otras dos son Día del Niño y Reyes. “Tras los magros desempeños de las temporadas pasadas de Reyes (+0,5% en unidades) y Día del Niño (1%), las expectativas no son buenas para esta Navidad”, advirtió Furió. En línea con la situación general de la industria, Furió destacó que el sector tiene “un 40% de capacidad productiva ociosa” y “de septiembre a noviembre, promediamos una caída interanual del 40% en unidades entregadas”.
La crisis industrial provocada por la caída de ventas, la devaluación del peso, la inflación, altas tasas de interés y tarifazos (entre otros factores) suele derivar en despidos. El contexto de incertidumbre para los trabajadores jugueteros se completa con un excedente de stock que planchará más la actividad. “Como resultado de este complejo contexto producto de la retracción del consumo, algunas fábricas cuentan con stocks para abastecer el próximo Día del Niño”. Pero no solo se registran excedentes de stocks de productos nacionales, sino también de importados: “Antes de la primera ‘disparada’ del dólar a principios de mayo, se registró en el período enero-abril un 45% de incremento en las importaciones respecto del mismo período de 2017, lo que provocó una sobre oferta de productos del exterior en el mercado y por lo tanto, hoy se están rematando”, describió el informe.
Para intentar revertir esta situación, la CAIJ ha rubricado acuerdos con la Secretaría de Comercio, la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FeCoBA) y el Banco Ciudad, a partir de los cuales algunos artículos ingresaron en programas tales como Precios Cuidados, Ahora 12 y otros descuentos en jugueterías.
Las esperanzas del sector radican en los juguetes de la primera infancia. “Un padre o una madre prioriza el gasto para los más pequeños antes que los regalos de los adultos por lo que el juguete tiene una fortaleza: es lo último de lo que se priva”, analizó Furió.
Finalmente, si bien los jugueteros destacan el crecimiento de las ventas online, también advirtieron: “Perdemos cientos de millones por las falsificaciones y el contrabando. Nuestra prioridad es que los niños y niñas jueguen pero de manera segura, con un juguete que cumpla las normas de seguridad”. Para esto los adultos pueden verificar que el envase primario tenga el logo de seguridad: “Una ‘S’ negra dentro de dos figuras circulares. El mismo garantiza, entre otras cosas, que el producto aprobó satisfactoriamente los análisis toxicológicos de los materiales y pinturas”.