El 67% de las empresas relacionadas con la industria de la construcción reconoció que su actividad cayó en el último año, según la 25° edición del Estudio de Opinión Construya, al cabo de un período que se caracterizó por el congelamiento de la obra pública y por la recesión que impactó en la obra privada.
La encuesta relevó información entre el 18 de octubre y el 8 de noviembre de más de 600 especialistas del mercado entre arquitectos, distribuidores de materiales, desarrolladores inmobiliarios, empresas constructoras, maestros mayores de obra, ingenieros e inmobiliarias de todo el país.
A la par del 67% que acusó caídas de su actividad, un 21% se mantuvo estable y un 10% respondió que tuvo más trabajo que en 2023.
El rubro más golpeado fue el de los distribuidores de materiales, un grupo en el que los que perdieron fueron ocho de cada 10. Los constructores fueron los segundos con el 75% de casos negativos.
A contramano, el 42% de las inmobiliarias mejoró, señala el informe, debido a la recuperación de la compra venta de inmuebles.
En Buenos Aires la proporción de los que cayeron iguala al promedio nacional con el 67%. En esa región los que advirtieron estabilidad interanual fueron el 19% del total y los que consignaron un aumento de la actividad llegaron al 12%.
En noviembre el Índice Construya (IC), registró una baja de 3,23% mensual desestacionalizada, y se mantuvo 24,8% por debajo del nivel de noviembre de 2023. Para ver informe completo ingresa en https://t.co/o9XX7WlSKE pic.twitter.com/yJ6KVJ6ofD
— Grupo Construya (@GConstruya) December 6, 2024
En la región de Cuyo el porcentaje de las empresas que cayeron en su actividad llegó al 78%, mientras que en el NOA fue del 69% y en el Centro del país fue del 68%.
La región del país con menor caída de la actividad fue la Patagonia, donde el índice fue del 43%, a la par de un 36% que aseguraron que la actividad se mantuvo estable respecto al año anterior.
Sobre las perspectivas a futuro, solo el 44% de los consultados a nivel nacional respondió que es optimista en relación al próximo año. En Buenos Aires la proporción fue del 41%.
En tanto, el costo que demanda construir fue considerado como el problema más importante de la actividad para el 31% de los encuestados; la menor inversión en obras privadas fue el segundo, con el 22% de las respuestas; la incertidumbre por el tipo de cambio, que el tercero con el 13%, igual que la menor disponibilidad de financiamiento y la escasez de mano de obra calificada. La presión impositiva cerró la nómina con el 8%.
El estudio no realizó preguntas puntuales sobre la política de obra pública del gobierno de La Libertad Avanza, aunque en el diálogo informal se reconoció la influencia de esa política en los resultados del estudio.
En el contexto de los malos resultados generales, ante la pregunta sobre el segmento que impulsa la demanda de los negocios, el 49% respondió que es el de las obras privadas nuevas, medianas, pequeñas, las reparaciones y ampliaciones.