Hace ya algunos años que en la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) se procesa un crecimiento sostenido de las listas opositoras a la conducción de Julio Piumato que conduce el gremio desde 1990.
En la CABA las comisiones internas del fuero del trabajo, del fuero penal y del fuero civil y comercial ya revistan en la oposición y están embarcadas en la puesta en pie de una lista para disputar el sindicato a nivel nacional en las elecciones que se realizarán en pocos meses.
En ese contexto, un grupo de trabajadores optaron por la fundación de un nuevo sindicato, el SITRAJU. Sin embargo, luego de esa fundación, las derrotas de la oficialista lista marrón continuaron al interior de la UEJN, en especial en la Ciudad de Buenos Aires.
El día miércoles una nueva comisión interna, la del fuero civil, fue ganada por la lista blanca opositora. Se trata de uno de los fueros más numerosos con 2300 afiliados de los que votaron 1638. De allí proviene el propio Julio Piumato quien fuera electo delegado general en el año 1986.
El resultado, según las actas que obran en poder de los fiscales de la lista blanca con la firma de los presidentes de mesa, fue de 816 a 806 a favor de la blanca. Sin embargo la junta electoral se negó a oficializar el resultado esa misma noche estableciendo un cuarto intermedio hasta el jueves a las 14.30 horas luego del cual, aseguraron, se volverían a contar los votos uno por uno.
La oposición denunció que el oficialismo intentaría modificar el resultado impugnando alguna urna o alterando los votos que, con urnas lacradas, permanecieron en la sede del sindicato durante toda la noche. Sin embargo, el mismo Piumato, el miércoles por la noche a través de la red social twitter, había reconocido que los registros de sus propios fiscales daban ganadora a la oposición. Finalmente, y luego de denuncias de agresiones a los referentes de la lista blanca por parte de miembros de la Comisión Directiva la junta electoral decidió oficializar los resultados provisorios y desechar el recuento de votos. Así las cosas, no quedaron claros los motivos para postergar casi 24 horas la oficialización del resultado.
Facundo Masovetzky, electo secretario general del fuero civil, explicó a Tiempo que «recularon por la enorme presión que hicimos y la indignación que había entre los trabajadores de todos los niveles. Empleados, funcionarios y magistrados. De hecho, el escribano dejó constancia de que efectivamente había cuatro urnas con las fajas rotas, el fraude estaba en marcha».
Consultado sobre los motivos que explican el triunfo particular y el proceso más general, Masovetzky señaló que «en particular en el fuero civil hicimos mucho trabajo de base que sirvió para despejar la campaña macartista que hicieron desde el oficialismo. Logramos reincorporar dos compañeros cesanteados abandonados por la interna. Además mostramos que lo nuestro no era un experimento de laboratorio sino que ya hay varias comisiones internas que cambiaron de color y lograron cosas».
Además explicó que a nivel general «en el gremio estamos teniendo dos embates grandes como el intento de traspaso a la ciudad y la imposición del impuesto a las ganancias que no pagábamos. No tenemos convenio colectivo de trabajo. Por eso si se sustancia el traspaso nuestras condiciones están bajo amenaza».