El gobierno nacional ha dicho que quiere eliminar la fórmula de cálculo de movilidad de los haberes jubilatorios y plantea que estos se ajusten solo por inflación.
El dato sobre la recaudación de octubre quizá pueda dar una clave de esta decisión. Es que mientras los ingresos tributarios crecieron un 31,4%, la inflación interanual (de octubre de 2016 al mismo mes de 2017) no va a superar el 25,5% (ver cuadro).
Es decir, la recaudación crece a un ritmo más acelerado que la inflación.
Esta situación se repite desde junio pasado, cuando la recaudación creció un 29,4% en comparación con el mismo mes de 2016, mientras que la inflación interanual marcaba un salto del 21,9 por ciento
A partir de ese mes, la recaudación creció más que la inflación. Según Alberto Abad, titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), «la recaudación crece porque la economía crece y seguirá por esa senda». Así lo expresó el funcionario al presentar el miércoles pasado los datos de la recaudación de octubre.
En el gobierno hay convicción de que el crecimiento económico seguirá. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, planteó el martes pasado, al presentar la reforma tributaria, que «el crecimiento económico es una realidad, nosotros veníamos predicando en el desierto sobre esto, y la economía seguirá creciendo».
La fórmula de actualización de haberes toma dos posibilidades respecto de la recaudación y se aplica la que arroje un resultado menor. Una se basa en la recaudación general y la otra en los ingresos tributarios destinados a la ANSES. Ambos cálculos se combinan con el incremento de salarios.
Según los datos mostrados más arriba, la recaudación general supera a la inflación. ¿Cómo es la marcha de la recaudación de tributos destinados a la ANSES?
La diferencia es mayor. Desde abril, mes a partir del cual se puede establecer una comparación interanual de la inflación (en el período previo no se puede por el «apagón estadístico»), la recaudación destinada a la Seguridad Social es superior a la inflación. Ese mes, la distancia fue de 5,1 puntos porcentuales (32,6% versus 27,5%), con picos de diferencia de 8,1 puntos porcentuales en el mes de julio.
Queda claro que en cualquiera de los dos cálculos posibles que permite la ley de movilidad de haberes jubilatorios, el incremento de la recaudación supera con creces a los datos de inflación.
Si la economía sigue en crecimiento y la inflación en baja, como asegura el gobierno que sucederá, se mantendrá la distancia entre suba de la recaudación y de los precios al consumidor.
Allí radica la decisión del gobierno de modificar la fórmula, tal como lo pidió el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras su visita del año pasado. Se trataría de un «ahorro» de 100 mil pesos anuales para aliviar el déficit fiscal a costa del ingreso de nuestros abuelos.
Para el abogado previsionalista Adrián Troccoli la medida del gobierno tiene por objetivo el equilibrio fiscal. «El único objetivo que tiene es el de bajar el gasto», aseguró. Troccoli estimó que en el análisis del gobierno pesa la idea de que la recaudación y los salarios se expandirán a un ritmo muy superior al de la inflación, con lo que se «ampliará la diferencia que podría verse hoy». En ello, indicó, pesa la posibilidad de un blanqueo de trabajadores y aumentos salariales por encima de la carestía.
Troccoli agregó que «un criterio semejante no sólo cristalizaría un nivel de consumo inamovible para los jubilados, sino que además este nivel sería muy bajo, ya que más del 70% de ellos cobra la mínima, en 7246 pesos».«