En línea con la reforma previsional que promueve el gobierno nacional la consultora Mercer, a la hora de presentar su Índice Global de pensiones, deslizó algunas recomendaciones generales que, para el caso argentino caben un 100%, según declaró la directora local Ana María Weisz.
El análisis se dedica a analizar una serie de indicadores agrupados en tres grandes variables: sustentabilidad, adecuación e integridad que ubicaron a la Argentina en el último lugar de un ránking compuesto por 30 países que agrupan al 60% de la población mundial.
Tal como se desprende de la combinación entre la reforma previsional, la reforma tributaria y el blanqueo laboral que impulsa el gobierno y que servirá para vaciar aún más los fondos previsionales, la consultora sugiere incrementar la edad jubilatoria en consonancia con el aumento de la esperanza de vida, una excusa que se ha utilizado en las reformas que se sustanciaron en varios países de Europa recientemente.
Las recomendaciones, además, pasan por la reducción del acceso de pensiones previas a la jubilación para preservar los fondos, algo que el gobierno ya intentó realizar con el recorte de pensiones por discapacidad pero que podría alcanzar otros beneficios que financia ANSES como la AUH y las asignaciones familiares.
Por otro lado, sugieren incrementar la cobertura de pensiones privadas, algo que podría desarrollarse bajo la forma de fondos de cobertura, seguros de retiro o cajas compensatorias. Pero además, rozando el absurdo, recomiendan promover la capacidad de ahorro para lograr que las personas dependan menos del gobierno y su futura jubilación.
El análisis y las recomendaciones de la consultora soslayan que la sustentabilidad del sistema previsional argentino ha sido gravemente lesionada, en primer lugar, a partir del desfinanciamiento generado por la sustancial reducción de los aportes patronales en la década del noventa y por la consolidación de un mercado laboral en el cual la tercera parte de los empleados no se encuentra registrada y, por lo tanto, no hacen aportes al tiempo que esas patronales no realizan las contribuciones correspondientes. La consultora tampoco dice una palabra de la afectación patrimonial que implica la condonación de deudas que conlleva el proyecto de blanqueo laboral que promueve el gobierno como parte de sus reformas.
Pero además, la sustentabilidad del sistema previsional sufrió un segundo golpe cuando se vulneró la intangibilidad de los depósitos de la ANSES que han sido utilizados para los más diversos fines. Desde el sostenimiento de programas que debieran ser respaldados con el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social hasta el financiamiento del pago de deuda externa por la vía de la absorción compulsiva de títulos soberanos.
Párrafo aparte merece la sugerencia de promover el ahorro individual para no depender de las jubilaciones. La canasta que establece la línea de pobreza hoy ronda los $16 mil y el haber mínimo jubilatorio se encuentra en $7200. Según la EPH-INDEC la mitad de los argentinos percibe ingresos por debajo de los $10 mil mientras el ingreso promedio alcanza los $12.503. Por el lado de los empleados registrados el salario promedio, según datos del Sistema Integral Previsional Argentino (SIPA), se ubica en los $20.688 y la mitad de los asalariados percibe salarios debajo de los $17 mil. Como se ve, el margen de ahorro para la inmensa mayoría de los que viven de su trabajo es demasiado bajo para poder pensar en guardar alguna moneda para el retiro.