Aunque están entre los sectores empresarios que aportaron consejos y letra concreta a las reformas que por estas horas se debaten en el Congreso de la Nación, los industriales repartieron críticas hoy en la conferencia anual de la UIA a la administración nacional, en particular a la política del Banco Central y a la intención del Ejecutivo de apoyar el cierre de un acuerdo Mercosur-Unión Europea para el mes que viene.
En rigor, las críticas partieron de dirigentes ligados a las economías regionales y a las pymes. Otros, como el titular de Fiat Auto Argentina, Cristiano Rattazzi, renovaron el apoyo total a Balcarce 50 y le bajaron el tono al pedido de apoyo que reclamó el propio ministro de Producción, Francisco Cabrera, en la apertura del evento que se desarrollará hasta mañana en el complejo Parque Norte.
El vocal de la UIA y dirigente de Celulosa Argentina, José Urtubey, acusó en diálogo con Tiempo que existe «un apuro de la Casa Rosada en apoyar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea». El «apuro», consideró, tiene que ver con la necesidad del gobierno nacional de llegar en diciembre a la cumbre de la Organización Mundial de Comercio con el pacto firmado.
También advirtió sobre ese acuerdo el vicepresidente de la entidad fabril, Eduardo Nougués, a la vez lobbista de la azucarera y papelera Ledesma, al brindar el discurso de apertura de la 23ra Conferencia Industrial en presencia del ministro Cabrera.
En las pymes coincidieron con el dirigente salteño y agregaron la protesta contra la tasa de interés del Banco Central y la política de retiro de los créditos productivos. Pero más allá de lo referido a las pequeñas y medianas industrias: «La sensación general es que las reformas que se están haciendo no van a servir de mucho si el gobierno y la conducción del Banco Central siguen con esta política de tasa de interés», indicó un referente metarlúrgico que se desempeña en la cadena de valor automotriz.
A contramano, Rattazzi, aseguró a este medio que: «No existen fisuras en el apoyo de los industriales al gobierno» y elogió el curso de las reformas, si bien reconoció que: «Si fuera por mí avanzarían todavía muchísimo más rápido».