La Unión Industrial (UIA) alertó que el déficit comercial con Brasil en los primeros siete meses de 2017 es similar al de todo 2016 gracias a que las importaciones subieron 25%, informó el Centro de Estudios (CEU) de la entidad fabril.
La tendencia había sido adelantada ayer a Tiempo por fuentes de la UIA. Informalmente se especulaba con que la entidad empresaria prepara los datos para discutirlos con la administración nacional. Sin embargo, fuentes autorizadas remarcaron hoy que los datos «son de coyuntura» y descartó que exista la intención de remitirlos a la Casa Rosada.
Según la información, en los primeros seis meses del año el resultado comercial con el país vecino arrojó un déficit de U$S3.936 millones. A ese número hay que sumarle la referencia preliminar de julio, que la UIA estimó en U$S800 millones siguiendo información del Indec. El total de los primeros siete meses daría un negativo de U$S4.736 millones. En todo el año pasado el negativo dio -4.647 millones de dólares.
En ese contexto, el resultado comercial de las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) dio un negativo de U$S4.900 millones.
En el mismo informe, la UIA señaló que las exportaciones de Manufacturas de Origen Industrial subieron 10,8% en promedio. A la par, las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) cayeron 2,5% en los primeros seis meses del año.
En un día en el que, al calor de la marcha de la CGT, el gobierno buscó mostrarse optimista en relación con el empleo, los industriales lamentaron que el empleo asalariado registrado sigue cayendo en el sector industrial. En mayo la caída fue de un 0,2% que desentona con el alza del 0,17% que destaca el Ministerio de Trabajo para la economía en general.
En ese sentido, la UIA resaltó que mientras, por ejemplo, la construcción sumó 31.223 trabajadores entre mayo del año pasado y mayo del corriente, la industria despidió a 34.238 personas en el mismo tramo.
A pesar del problema del empleo, los empresarios de la industria hablaron de signos de reactivación en virtud de que en junio la producción creció 6,4% después del 2,2% que subió en mayo. Así y todo, reconocieron que las comparaciones se están haciendo sobre una base de comparación muy baja, dado que los números de 2016 fueron muy malos. En el acumulado del primer semestre, la cuenta todavía da en rojo: -0,6%.
El decrecimiento fabril contrasta con el 2,8% positivo que dio la actividad económica global en mayo (último dato disponible) con la construcción a la cabeza de un crecimiento que todavía muestra muchos puntos discutibles.