A la espera del dato oficial de la inflación de noviembre, que el Indec publicará el jueves próximo, las mediciones privadas ya dan cuenta de una tendencia que sigue siendo intensa pero empiezan a dar señales de desaceleración en alimentos y bebidas, un rubro que creció exponencialmente a lo largo de 2022.

La consultora Orlando J. Ferreres y Asociados (OJF) informó que su Indice de Precios al Consumidor (IPC) promedió una suba del 6,6% respecto a octubre. Los rubros más alcistas fueron Esparcimiento y Salud, con incrementos del 12,4 y el 9% respectivamente.

Siguieron Vivienda, con el 8,7%; Indumentaria, con el 6,4%; Transporte y Comunicaciones, con el 6,2%; Equipamiento y Funcionamiento del Hogar, con el 5,9%; y Educación, con el 5,3 por ciento.

El segmento Alimentos y Bebidas aumentó, según esa fuente, un 4,8%; y fue el segundo menos elevado (Bienes Varios cerró en 4,5%); no obstante, volvió a ser el rubro de mayor incidencia en el IPC con 1,6 puntos.

Pese a lo último, y si se considera la mirada similar de otras especialistas como la consultora Eco Go, se podría decir que los precios de la canasta alimentaria comienzan a dar algunas señales de estar desandando el camino previo hacia la baja.

De todos modos, la afirmación es llamativa por distintas razones: el 4,8% promedio de alimentos y bebidas parece poco comparado con los niveles de los meses previos, pero sigue siendo un registro altísimo para una medición intermensual; además, lo más lógico sería esperar que en diciembre los precios de los alimentos y bebidas vuelvan a subir, en un mes tradicionalmente caliente en materia inflacionaria por el calendario de festividades.

Otros especialistas dirigen la mirada para el lado de los alimentos frescos. La consultora LCG, que mide semanalmente la evolución de los precios minoristas, pospuso la difusión de su informe de esta semana debido al feriado, pero adelantó a Tiempo que su relevamiento de precios de los alimentos marcó en noviembre una variación mensual promedio del 4%.

“Entendemos que, principalmente, esta explicada por la caída en el precio de la carne y comportamientos estacionales de las frutas, que presentaron variaciones bajas durante el mes”, analizó la fuente. La menor variación de los alimentos impactó en el promedio general, que para LCG fue del 5,5%.

Recatados

En el gobierno nacional todavía están lejos de entusiasmarse, pero informalmente asocian esas señales de desaceleración a la vigencia de los programas consensuados con los sectores privados, en particular a Precios Justos, del que parecen depender buena parte del capital políticos del ministro de Economía, Sergio Massa, y de su secretario de Comercio, Matías Tombolini.

El plan se presentó formalmente el 11 de noviembre, pero la presencia en los canales comerciales fue eje de mucha discusión en los últimos días. El gobierno asegura que la instrumentación de las listas de precios consensuados se está produciendo en los tiempos previstos, pero comerciantes y clientes discuten esa consideración.

La estabilidad del plan enfrenta desafíos todos los días. A las argucias de los formadores de precios se suman variables como el costo de la logística. Un informe de la asociación empresarial del transporte de cargas Paetac y Focus Market reportó esta semana un aumento de los costos del 11,86% que es esperable que vaya a parar a los precios minoristas.

En el contexto general, preocupa especialmente la fracción de la población que se mantiene gracias a las asignaciones sociales.

El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) reportó que una familia beneficiaria de la combinación de Plan Potenciar, AUH y Tarjeta Alimentar cubría en enero de este año el 99% de la canasta de alimentos y que esa cobertura cayó al 87% en noviembre pasado.

La publicación lamentó que “mientras tanto, el gobierno ensaya iniciativas para reducir los incrementos que reciben, y achicar la cantidad de hogares que los perciben”.

Dato anula

Los analistas del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que elabora el Banco Central (BCRA) proyectaron que al cabo de 2022 la inflación acumulada será del 99%, un punto porcentual menos que en la medición previa. Para 2023, prevén una carestía de 99,7%, 3,7 puntos más que lo dicho un mes atrás.