La exposición del ministro de Economía, Martín Guzmán, en la Cámara de Diputados abundó en las consideraciones que tanto el propio funcionario como el presidente Alberto Fernández han manifestado desde antes del 10 de diciembre. Se podría decir que esas posiciones forman parte de los «lineamientos del análisis de sostenibilidad de la deuda pública de la Argentina», que era lo que el Palacio de Hacienda había prometido cuando dio a conocer su cronograma de acción para febrero y marzo. Pero no emitió una palabra sobre la manera puntual como el gobierno espera negociar con los acreedores privados y con el FMI.
Con todo, la exposición de Guzmán no saldó el principal problema que enfrenta la Argentina en relación a su deuda: si los bonistas rechazan la propuesta concreta de canje de deuda, ¿se irá al default? El antecedente de lo sucedido con el bono AF20, reperfilado hasta septiembre, es un alerta porque la postergación equivale a un cambio unilateral de las condiciones contractuales.
El ministro Guzmán hizo gala de un acto de presencia, advirtió que el gobierno no va «a permitir que fondos de inversión extranjeros marquen la pauta de la política macroeconómica» y remarcó que, en el proceso de renegociación de la deuda externa, «la sociedad argentina está primero».
Conviene recordar que declaraciones de este tenor fueron ya emitidas por Guzmán en anteriores oportunidades, sin mostrar éxito en su cometido, concretamente lograr que los bonistas, inversores y especuladores se avinieran a canjear sus tenencias del bono AF20. Algo similar sucedió con la propuesta del gobierno de la provincia de Buenos Aires de postergar el pago del primer vencimiento de capital del bono BP21, pasándolo de enero a mayo.
«Los detalles sobre la negociación no se adelantan para proteger a la sociedad argentina, y porque estamos en una negociación justamente», dijo Guzmán. La Ley de Sostenibilidad de la deuda pública le da al gobierno carta blanca para hacer y deshacer las propuestas a los acreedores a partir de la cesión de poderes desde el Congreso.
El ministro expuso durante una hora ante representantes de la CGT, empresarios, miembros de la Iglesia y funcionarios nacionales, provinciales y hasta intendentes. La variedad del público que lo escuchaba –además de los diputados- habla del nivel de consenso que pretende alcanzar el gobierno en relación a este tema.
El ministro habló en el marco de una sesión especial, ante un recinto casi a pleno -se registraron unas treinta ausencias- y en la que la mayoría de los bloques opositores tuvieron la posibilidad de formularle preguntas, más allá de las que le habían adelantado por escrito. El ministro se comprometió a contestarlas por la misma vía.
La sesión especial transcurrió mientras afuera del Congreso se desarrolló una masiva movilización cuya consigna principal fue «Fuerza Alberto, la deuda es con el pueblo» y que buscó respaldar al gobierno en esta pulseada con los acreedores. Casi a la misma hora, otra masiva movilización se dirigió a Plaza de Mayo aunque con duras críticas al gobierno.
Asimismo, Guzmán llegó al Congreso tras un breve encuentro formal con los enviados del Fondo Monetario que arribaron este mismo miércoles a la Argentina para auditar las cuentas públicas. El FMI quiere conocer cuál es el plan del gobierno para solucionar el problema de la deuda y cuál es su plan económico.
En el cierre de su ponencia, el ministro dijo: «Es hora de dar vuelta la página y decirle nunca más a los ciclos de endeudamiento. Hay que acabar con esto para vivir en una Argentina tranquila y con oportunidades», aseveró y remarcó: «Nunca más a los ciclos de sobreendeudamiento. Nunca más a ciclos que destruyen oportunidades».
Frases
«En los últimos 2 años, 465 mil argentinos entraron en situación de indigencia, y la pobreza aumentó del 28,6% al 35,4%».
«El país tiene una carga de deuda insostenible. Esto es la consecuencia de un esquema económico que estuvo muy lejos de ser exitoso, el colapso de ese esquema».
«Argentina accede al mercado de crédito internacional en 2016 y se vende esta idea de la lluvia de inversiones y la realidad está a la vista: nada de esto ocurrió. Vino deuda pero nunca llegó la inversión productiva».
«El horizonte que buscamos es consistencia macro económica, dinamismo, crecimiento e inclusión social».
«Es condición necesaria para romper una dinámica de recesión que se profundiza, sacarse de encima esa carga de deuda que no se puede pagar».
«El préstamo más grande de la historia del FMI se utilizó para pagar deuda y para financiar la salida de capitales».
«El FMI también es responsable de la crisis que la Argentina tiene».
«No se cumplieron los objetivos del programa con el FMI: no ayudó a estabilizar. Pero sí se cumplieron las premisas. El gobierno anterior hizo todo lo que pedía el Fondo».
«Está claro con estos números que es necesaria una reestructuración de la deuda. Va a haber frustración de los bonistas».