El ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió este viernes en el consulado argentino en Nueva York con representantes de fondos internacionales de inversión que tienen en sus carteras bonos surgidos del canje del año pasado. Con ellos dialogó acerca de la política económica del gobierno nacional y sus proyecciones para 2021.
De todas las políticas macroeconómicas que debe articular el Palacio de Hacienda, hubo una en la que puso especial énfasis a la hora de comunicar los resultados del encuentro: la sostenibilidad fiscal. Según se detalló, el ministro subrayó la necesidad de «respetar la sostenibilidad fiscal como un pilar de la estabilidad económica».
Guzmán dijo: «Estamos trazando un camino consistente y sostenible para la Argentina, con previsibilidad y reglas de juego claras que favorezcan un ambiente propicio para las decisiones económicas». También se habló sobre las negociaciones con el FMI y el programa plurianual que el gobierno nacional debe presentar en el Congreso de la Nación.
Guzmán habló con fondos cuyos títulos públicos argentinos cotizan a un 30% de su valor nominal pero los recibieron a un valor de 54% con el canje. Es decir, entre septiembre y marzo perdieron un poco más del 40% de su valor. Las palabras del ministro, garantizando «reglas de juego claras», no estaban dirigidas a fondos que invierten en la economía real sino a especuladores que han tenido una pérdida en sus tenencias y que acusan a la administración de Alberto Fernández por ello.
Según la cartera económica, Guzmán realizó una presentación de los objetivos, proyecciones y planes macroeconómicos y respondió preguntas de los inversores. Las partes coincidieron en que se trató de un encuentro «productivo», «constructivo» y «útil para profundizar entendimientos mutuos».
Asistentes
Los fondos que se sentaron con Guzmán fueron protagonistas de la negociación del último canje de deuda externa, concluido en agosto del año pasado, aunque faltaron cuatro de los más poderosos. De los presentes, sobresalió Greylock Capital Management LLC, el único de los cinco grandes fondos que participaron de la negociación de la deuda argentina el año pasado. Los otros cuatro, Blackrock, Templeton, Fidelity y Pimco, no asistieron. Hans Humes, fundador de Greylock, y que participó en el encuentro con Guzmán en la tarde de este viernes, fue el que dijo el año pasado que «el problema de la Argentina es de liquidez, no de solvencia».
También estuvo Monarch Alternative Capital LP, sindicado como el líder del grupo de bonistas llamado Exchange Bondhlders, que firmaba comunicados conjuntos con el grupo Ad-hoc, con Blackrock a la cabeza y el más recalcitrante de todos los grupos de negociación.
Otros presentes fueron Contrarian Capital Management LLC, Fintech Advisory Inc, Oaktree Capital, Stonehill Capital Management LLC y Barclays, este último, banco de inversión que recomendaba la compra de bonos argentinos al inicio de la negociación del año pasado con una perspectiva de canje exitoso y de mejora de la economía.
En el Palacio de Hacienda se detalló que Guzmán sostuvo que la administración de Fernández está trabajando «para resolver los problemas estructurales que enfrenta el país» y, en ese sentido, afirmó que el gobierno apunta a la «articulación de reglas de juego con los sectores generadores de divisas para potenciar el crecimiento de las exportaciones».
Más exportaciones, es decir, más dólares en la economía, y un programa de «sostenibilidad fiscal» podrían ser las bases para intentar ganar la voluntad de los fondos y lograr que acompañen en este momento de incertidumbre.
La cartera económica señaló que «Todas las partes mostraron vocación de profundizar el diálogo y los entendimientos necesarios para transitar una dinámica de estabilización sostenible».
La semana que viene, Guzmán se encontrará con la titular del Fondo Monetario, Kristalina Georgieva. También mantendrá una reunión con funcionarios del Banco Mundial y con técnicos de la Secretaría del Tesoro de EEUU que dirige Janet Yellen.