La realización de la décima primera reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que se realizará entre el 10 y el 13 de diciembre en Buenos Aires, ya concita la atención de múltiples sectores que, desde distintas visiones, se oponen al ideario del organismo multilateral.
El pasado jueves se llevó a cabo en un anexo del Senado de la Nación un encuentro en el que se puso de relieve la amplia variedad de visiones que enfrentan a la OMC y que de alguna manera buscan influir en el resultado del encuentro de diciembre.
Convocados por el senador Fernando «Pino» Solanas, economistas referenciados en el kirchnerismo y la izquierda, además de exfuncionarios, sindicalistas y miembros de organizaciones sociales plantearon desde distintos ángulos sus objeciones al organismo rector del comercio internacional. En algunos puntos coincidieron, en otros se mostraron las divergencias.
Solanas advirtió que «el desembarco de la OMC en la Argentina» apunta a «derrumbar las pocas trincheras defensivas que quedan» y aseguró que impulsará el programa del gobierno nacional de «flexibilización laboral y beneficios impositivos para las empresas», entre otros aspectos.
El senador caracterizó que América Latina «es débil» para enfrentar «la crisis del capitalismo global que busca, a través de organismos como la OMC, acentuar los mecanismos de dominación».
Aunque el legislador cerró el evento con una invitación a multiplicar las actividades contra la reunión de ministros de la OMC, al igual que el titular de la CTA Autónoma Pablo Micheli, mostró un cierto escepticismo respecto de la fuerza que se puede acumular para desarrollar esa tarea.
Marcelo Ramal, economista y legislador porteño del PO-FIT, analizó que la OMC está «empantanada» como parte del «fracaso» del capitalismo para armonizar las diferencias políticas, económicas y comerciales» de las potencias globables tras la caída del Muro de Berlín. En ese sentido, consideró que la «contradicción entre la expansión internacional del capitalismo y su base nacional sólo puede ser superada mediante la acción política y social de la clase trabajadora».
Ramal había tomado un concepto desarrollado minutos antes por el embajador Archibaldo Lanús, quien comandó la representación argentina en las discusiones que dieron lugar al nacimiento de la OMC. Lanús había señalado que existe un «conflicto de intereses entre los Estados nacionales y la tecno-estructura trasnacional» porque buscan intereses divergentes. Consideró que la vía multilateral era la que más beneficia a Argentina y que la OMC es un camino en ese sentido.
Carlos Bianco, exsecretario de Relaciones Internacionales, desestimó ese rol de la OMC: «Impone restricciones a las políticas de desarrollo», opinó y advirtió que la Argentina perderá las preferencias del mercado brasileño en caso de un acuerdo Mercosur-Unión Europea. En un sentido similar se manifestó Javier Ecahide, quien advirtió sobre el intento de la OMC de viabilizar el comercio electrónico de datos personales, en manos de un puñado de empresas de EE UU. Graciela Rodríguez, de la Red Internacional Género y Comercio, apuntó: «la economía digital va a agravar la brecha entre los hombres y las mujeres». «
Libre comercio con Chile
La Argentina firmó un acuerdo con Chile que pretende asimilarse a un convenio de libre comercio, según expresaron autoridades de ambos países la semana pasada al concluir la V Ronda de Negociaciones.
De acuerdo con lo que dio a conocer la Cancillería argentina, el nuevo tratado incluye disposiciones en áreas como inversiones, servicios, compras públicas, telecomunicaciones y comercio electrónico.
Según fuentes del gobierno nacional, el acuerdo se dará a conocer a fines de este mes, tras las elecciones, momento en el que se entregará al Congreso para su evaluación y eventual aprobación.
Un comunicado de la Cancillería indicó que «el Acuerdo perfecciona y complementa las normas técnicas, sanitarias y fitosanitarias así como los procedimientos aduaneros existentes» y agregó que «se incorporan capítulos novedosos en temas como Medio Ambiente, Trabajo, Género, Pymes, Cooperación y Política de Competencia, constituyendo un marco regulatorio moderno y abarcativo».
En la reunión del jueves en el Senado, se señaló que este acuerdo aproxima más a la Argentina al camino de los acuerdos de libre comercio como el que se busca sellar entre el Mercosur y la Unión Europea y que podría estar listo para la firma durante el encuentro ministerial de la OMC en Buenos Aires, en diciembre próximo. «Forma parte de ese impulso de abrir la región al mundo», aseguró Luciana Ghiotto, de la organización Argentina Mejor sin TLC.