El estadio de Obras Sanitarias fue el lugar elegido por la parte mayoritaria de la “mesa chica” de la CGT para celebrar el 77° aniversario del 17 de octubre. El sector liderado por Pablo Moyano eligió la Plaza de Mayo junto con los sindicatos del Frente Sindical para el Modelo Nacional que confluirán con la CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky, la CTA Autónoma de Hugo Cachorro Godoy. Allí también irán los sectores que responden a La Cámpora y directamente a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En Obras Sanitaria el acto comenzó sobre las 11.30 y participaron especialmente los sectores conocidos como los Gordos (gremios de servicios) y los Independientes liderados por Andrés Rodríguez de UPCN y Gerardo Martínez de la UOCRA. También formó parte del acto el espacio liderado por el gastronómico Luis Barrionuevo que tiene en Carlos Acuña su representación en el triunvirato de conducción.
Ya el domingo habían adelantado su respaldo a la decisión oficial de elevar el mínimo no imponible por el impuesto a las ganancias hasta los $330 mil a partir de noviembre definida por el ministro de Economía Sergio Massa.
Sin embargo, la tónica del acto giró alrededor del reclamo de una mayor presencia de los dirigentes del espacio en las listas del Frente de Todos en particular y el justicialismo en general. Para eso anunciaron la fundación de la Corriente Político-Sindical Peronista mediante la cual esperan consagrar una mayor presencia en la mesa política del Frente de Todos.
A la vez, desde la tribuna se pronunciaron en favor del ejercicio paritario como instancia para la actualización de los salarios en oposición al mecanismo promovido por el espacio que se manifiesta en la Plaza de Mayo que promueve la modalidad de una suma fija que ya fuera adoptada por el gobierno de Alberto Fernández en diciembre de 2019 o una variante de esa naturaleza.
Desde el atril de Obras Sanitarias fue Sebastián Maturano, secretario de juventud e hijo del histórico dirigente de La Fraternidad, Omar Maturano, quien emprendiera contra la agrupación liderada por Máximo Kirchner. Maturano señaló que “en el PJ hay 113 miembros. Catorce son del movimiento obrero y quince de La Cámpora, no tengo nada contra La Cámpora pero ¿Son más importantes que nosotros? ¿Dónde está el lugar que nos merecemos los trabajadores organizados’” se preguntó.
Luego sería el turno de los principales dirigentes como Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez y Héctor Daer. El titular de UPCN advirtió que “el movimiento obrero merece cargos y no con el dedo de nadie” dando a entender el reclamo de una mayor participación no solo en las listas electorales sino principalmente en la estructura orgánica del PJ para la toma de decisiones. A la vez buscó mostrar cierta distancia con el gobierno: “ni oficialismo ni oposición pueden hacerse los desentendidos cuando la gente pide soluciones a sus problemas”. Además, adelantó en tono amenazante: “ojo que no vengan por nuestros derechos porque sabemos hacer tronar el escarmiento”.
Es lo que señaló Gerardo Martínez cuando insistió en que “queremos tener diputados y senadores y queremos estar en la mesa en la que se toman las decisiones. No queremos ser convidados de piedra”. El dirigente de la Construcción también buscó mostrar cierta distancia con el gobierno destacando que “hay casi un 50% de pobreza” cuando existe “un endeudamiento que nos condiciona”.
Héctor Daer, secretario general, por su parte, insistió en la idea de avanzar en espacios de decisión política. El dirigente de la Sanidad señaló que “la CGT no está sentada en los lugares en los que se define la política» y para eso señaló que “necesitamos construir un espacio político que tenga la capacidad de resolver los problemas que aquejan a los argentinos”. Sin embargo, destacó que “no queremos romper ningún frente. Queremos un gobierno con los trabajadores adentro”. Para el dirigente “se nos dijo que en un gobierno Peronista la CGT es parte. Pero la CGT no estuvo sentada en ningún debate”. A la vez se distanció de la propuesta oficial: “los mismos que no pudieron resolver esto nos dicen que la salida es una suma fija. Nosotros decimos que no vamos a resignar la negociación colectiva”, señaló.
Sobre el mediodía culminó el acto de los sectores más poderosos del movimiento obrero que, de todas formas, prefirieron evitar la movilización callejera aunque no eludieron exhibir la disgregación de la coalición oficial. Luis Barrionuevo, antes del acto, había dicho «el peronismo está hecho mierda».