En un llamativo cambio con relación a sus habituales posiciones ortodoxas, el Fondo Monetario Internacional afirmó que el incremento de márgenes de ganancia por parte de las empresas es el factor que más explica el incremento de inflación en el mundo. Ese componente supera a las subas de salarios y también al alza de los commodities, que suelen ser mostrados como responsables de los ciclos de inflación y recesión en muchos países.
El trabajo difundido esta semana por el FMI se centra en la aceleración de la inflación en el continente europeo luego del doble efecto causado por la pandemia de coronavirus y la guerra entre Rusia y Ucrania. En el conjunto de la Unión Europea, el índice anual subió de 1,6% en 2019 a 9,2% en 2022, según las estadísticas difundidas por el Banco Mundial, y llegó a superar los dos dígitos hacia octubre del año pasado.
El tema, por supuesto, preocupa a las autoridades de ese continente. El Banco Central Europeo (presidido por Christine Lagarde, exdirectora del Fondo) aumentó las tasas para contener la suba inflacionaria y eso dificulta el crecimiento económico.
“El aumento de las ganancias corporativas representa casi la mitad del aumento de la inflación en Europa en los últimos dos años, ya que las empresas aumentaron los precios en más de lo que aumentaron los costos de la energía importada”, dice el paper del FMI elaborado por los economistas Niels-Jakob Hansen, Frederik Toscani y Jing Zhou. También se afirma que “los costos de importación aumentaron después de la invasión rusa de Ucrania y las empresas trasladaron más que este aumento directo de los costos a los consumidores”.
“La inflación más alta hasta ahora refleja principalmente mayores ganancias y precios de importación, con ganancias que representan el 45 por ciento de los aumentos de precios desde el comienzo de 2022. Eso es según nuestro nuevo documento, que desglosa la inflación, medida por el deflactor del consumo, en costes laborales, costes de importación, impuestos y beneficios. Los costos de importación representaron alrededor del 40 por ciento de la inflación, mientras que los costos laborales representaron el 25 por ciento. Los impuestos tuvieron un ligero impacto deflacionario”, sostuvieron los autores.
En un detallado trabajo que abarca los últimos ocho años, los analistas demuestran que antes de la pandemia, los beneficios de las empresas apenas explicaban el 0,5% de la suba de los precios, mientras que los aumentos salariales agregaban 1% a ese índice. En 2023 la relación se alteró a 3,6% y 2,2% respectivamente. La variación de los precios importados agregó 1,4% a esa suba, mientras que la reducción de impuestos dispuesta por algunos gobiernos le redujo un par de décimas a ese total, que en abril rondó el 7%. “En otras palabras, hasta ahora las empresas europeas han estado más protegidas que los trabajadores del impacto adverso de los costos”, dijeron los investigadores.
Según el estudio, esa transferencia de ganancias de empleados a empresas está vinculada con la mayor facilidad de estas últimas para fijar precios sin someterse a procesos de discusión colectiva. “Los salarios son más lentos que los precios para reaccionar ante los shocks. Esto se debe en parte a que las negociaciones salariales se llevan a cabo con poca frecuencia”, opinaron los autores. “Las preguntas clave son qué tan rápido aumentarán los salarios y si las empresas absorberán costos salariales más altos sin aumentar más los precios”, añadieron.
Inflación, ganancias empresariales y salarios: qué pasa en Argentina
La apreciación de los economistas del FMI se aleja notoriamente de la ortodoxia económica, que afirma que los precios, teóricamente contenidos por la competencia entre los oferentes, se mueven principalmente por la presión salarial. También agrega un condimento a las discusiones en Argentina, donde muchos sectores sostienen que el apuro de los sindicatos por renovar paritarias en plazos cada vez más cortos es causal de mayor inflación.
En el país, en los últimos meses, el beneficio empresarial se vio acentuado por otro factor: muchas firmas usaron como argumento la incertidumbre y la brecha cambiaria para abandonar el dólar oficial como referencia de sus costos y emparentarlos con cotizaciones alternativas mucho más elevadas. Esto impactó en los precios finales y en el índice de inflación. «Hasta que no logremos la unificación cambiaria, habrá cierto desorden y márgenes empresariales más altos que los normales”, admitió el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, en una visita informativa al Congreso para explicar el Presupuesto 2023.
En sus negociaciones con el Fondo Monetario, el exministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo en varias ocasiones que la inflación era un “fenómeno multicausal” y afirmó que esa visión se terminó imponiendo en el programa firmado con el organismo en marzo de 2022.
“El acuerdo anterior (en referencia al firmado por el macrismo en 2018) consideró que la inflación era un fenómeno puramente monetario y que la forma de atacarla era, básicamente, congelando la base monetaria. Ya sabemos que el resultado fue absolutamente fallido. La inflación, en lugar de bajar, subió”, recordó entonces Guzmán.
Esteban
29 June 2023 - 12:07
Nooo !!! En serio? No era por el déficit fiscal? O por la emisión?