Una vez conocidos los resultados de los comicios, el Fondo Monetario Internacional envió señales de distensión y acercamiento hacia Alberto Fernández, quien quedó consagrado como presidente electo. La directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, felicitó al vencedor de las elecciones del domingo y ratificó su decisión de continuar el vínculo con el país en un futuro inmediato.
“¡Felicitaciones al presidente electo Alberto Fernández en su elección (sic)! Esperamos colaborar con su administración para abordar los desafíos económicos y promover un crecimiento inclusivo y sostenible que beneficie a todos los argentinos”, manifestó Georgieva en su cuenta personal de Twitter.
Las expresiones de Georgieva son significativas porque significan una señal de descongelamiento en la relación entre el FMI y la Argentina, que había quedado detenida hace un mes y medio. A mediados de septiembre, cuando quedó claro que la gestión de Mauricio Macri se estaba desviando de las metas y compromisos asumidos en su carta de intención, el FMI suspendió de hecho el acuerdo stand by y retuvo los U$S 5.400 millones que debía abonar en esa fecha.
Hace dos semanas, el gobierno recogió otra prueba de que el Fondo no tenía intenciones de recomponer la situación hasta que pasaran las elecciones. Fue cuando recibió en Washington al ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y al presidente del Banco Central, Guido Sandleris, en el marco de la reunión conjunta del FMI y el Banco Mundial. Más allá de una foto y declaraciones de compromiso, los funcionarios argentinos vinieron de ese viaje sin logros concretos que demostrar.
Este lunes al mediodía, Lacunza dijo que el vínculo con el Fondo se mantiene, a pesar de la cancelación de los giros previstos. “Dejamos aceitado el camino y aprovechamos esas reuniones para que una vez electo el gobierno, no hubiera tiempo que perder en deliberaciones de proyección monetarias y fiscales”, indicó. También confirmó que ya le informó al Fondo sobre la profundización del cepo cambiario que dispuso el Banco Central el domingo por la noche, cuya principal medida consiste en bajar a 200 dólares por mes el tope para la adquisición de divisas por parte de personas físicas.
Sin embargo, la relación futura no pinta tan fácil. Tras las PASO, en ocasión de la última visita de los técnicos del FMI a Buenos Aires, Fernández se reunió con ellos y les dijo que considera a la entidad corresponsable de la crisis. En función de ello, pidió un aporte concreto a reducir el peso de la deuda pública y a implementar políticas para reactivar la economía. En las últimas semanas, el presidente electo dijo en reiteradas ocasiones que quiere acordar con los acreedores privados una extensión en los plazos de devolución del capital, aun reconociendo intereses adicionales por esa demora. La negociación, forzosamente, terminará incluyendo al Fondo, que ya aportó el 80% de los U$S 57 mil millones que había prometido y que esperaba cobrar a partir de 2021, de acuerdo a lo pactado en el stand by. Despejada la incertidumbre electoral, todo indica que el inicio de los contactos entre Georgieva y Fernández no demorará mucho tiempo.