El Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó los “impresionantes avances” logrados por el gobierno de Javier Milei y manifestó su predisposición a “apoyar a Argentina y a su pueblo”. Los términos pertenecen al tuit con que Kristalina Georgieva resumió los términos de su conversación con el mandatario argentino, en una reunión que tuvo lugar en el marco de la cumbre del G20 en Río de Janeiro.

“Hicimos un balance de los impresionantes avances logrados en la estabilización de la economía y su fortalecimiento en el mercado”, expresó la directora gerente del FMI. “Estamos dispuestos a apoyar a Argentina y a su pueblo para seguir avanzando en estos logros”, agregó.

Al encontrarse, Milei y Georgieva se dieron un cordial abrazo. Como testigos privilegiados estuvieron los demás participantes de la reunión por el lado argentino: la secretaria general de Presidencia, Karina Milei; el canciller Gerardo Werthein; el ministro de Economía, Luis Caputo; y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. Los últimos dos son quienes tienen a su cargo de manera directa la relación con el FMI.

La declaración de Georgieva, más allá de las fórmulas protocolares de estilo, es una señal del Fondo para la negociación ya abierta, al menos por canales informales, para un nuevo acuerdo a partir de enero, cuando finalice la vigencia del actual. Hasta ahora, el gobierno cumplió casi todos los compromisos plasmados en el convenio, sobre todo en lo referido al superávit fiscal, tanto primario (resultado operativo) como financiero (después de pagar los intereses de deuda).

Sin embargo, dejó dos promesas incumplidas. Una es la eliminación de los múltiples tipos de cambio, consecuencia de que no pudo levantarse el cepo; y la otra, el fortalecimiento de las reservas internacionales. Para eso es que el gobierno quiere que el próximo acuerdo incluya dinero fresco. Si bien se van abriendo algunas otras puertas, como el préstamo garantizado que Economía negocia con un grupo de bancos extranjeros, el respaldo del FMI sería fundamental para ambos fines.

En realidad, en estos días se da la circunstancia inusual de que Argentina es acreedora del Fondo. Es que el organismo no practicó aun las revisiones prevista para el cierre del segundo y el tercer trimestre, al cabo de las cuales iba a mandar tramos pendientes de U$S 550 millones cada uno. Ese desembolso pendiente bien podría ser integrado al nuevo acuerdo.

Mientras desde Buenos Aires miran a Washington, desde el edificio del FMI pispean a la Casa Blanca. La llegada de Donald Trump a la presidencia puede abrir nuevas puertas para Milei, sobre todo después de que el libertario fue uno de los pocos presidentes que dejó todo de lado para ir corriendo a la reunión conservadora que el magnate organizó la semana pasada en su residencia de Florida. Se sabe que Estados Unidos tiene un peso significativo en las decisiones del FMI y por eso el encuentro entre ambos no pasó inadvertido.

Con todo ese panorama a favor, Milei se da el lujo de pavonearse. En una entrevista otorgada en Río de Janeiro, se dio el lujo de decir que “la economía argentina en este momento está floreciente. Y eso se sostiene a largo plazo con reformas estructurales, que es lo que hacemos día a día desregulando la economía”.