La crisis de abastecimiento de gasoil tiene una pata en la demanda, que se mantiene relativamente constante respecto de 2021, y otra en la oferta, que ha caído un 10% entre el año pasado y el actual.
Según los datos de la Secretaría de Energía, la oferta global de gasoil grado 2, el común, que se emplea en el transporte de cargas y en la labor rural –dos actividades que han tenido un fuerte incremento– alcanzó a 3,21 millones de metros cúbicos en los primeros cuatro meses de 2021. Y en el mismo período de este año cayó a 2,91 millones de metros cúbicos.
Esta diferencia para abajo se siente especialmente en la actividad productiva y muy especialmente en las provincias del norte argentino, donde ha habido problemas históricos de abastecimiento.
Si se desgrana esa oferta, se observa que la producción local de gasoil grado 2 se mantuvo casi estable entre 2021 y 2022, en torno de 2,8 millones de metros cúbicos. En cambio, la importación cayó un 68%. Así, pasó de representar el 12,3% del total en los primeros cuatro meses de 2021 a apenas el 4,3% en el mismo período de este año.
El problema es que ese faltante no fue reemplazado con más producción local. En rigor, sí hubo cambios en la composición de esa producción. El principal jugador del mercado, YPF, la incrementó en unos 100.000 metros cúbicos, algo así como el 6%, mientras quien era el tercero del ranking, Pan American Energy (PAE, dueño de la cadena de estaciones de servicio Axion) la redujo en un 70%. Otros privados subieron su producción entre un año y otro, como Refinor, con un salto del 25%, o Raizen (dueño de la marca Shell), con otro tanto. Esos movimientos compensaron la caída de la producción de PAE.
Gasoil Premium
El caso de PAE es sintomático ya que su producción de gasoil premium (grado 3, se usa para automóviles y es más caro que el grado 2) se mantuvo casi invariable entre 2021 y 2022, en torno de los 340.000 metros cúbicos para el primer cuatrimestre del año. Trafigura, que gestiona la cadena de la marca Puma y opera una refinería mediana en Bahía Blanca, impulsó la producción en un 70% pero sin reducir la de gasoil grado 2.
Estos aumentos de producción podrían explicar por qué los automovilistas particulares no se quejan por la falta de gasoil como sí lo hacen los transportistas o la patronal rural.
Un comunicado de YPF emitido este miércoles indicó dos cosas. Que la demanda supera a la de 2019 y que la petrolera se cargó sobre sus espaldas el 85% del incremento de la oferta de abril pasado.
«En abril, específicamente, el mercado de gasoil registró el nivel más alto de la historia (1,3 millones de m3), un 15,1% superior a la de abril 2019. Además, los combustibles (nafta + gasoil) mostraron un crecimiento del 3,2% respecto del mes anterior. Ese esfuerzo de abastecimiento adicional fue asumido casi en su totalidad por YPF que aportó el 85% del volumen incremental», señaló el texto.
En el mercado se asegura que esta última frase estaba dedicada a los privados que no quieren importar ni producir más, especialmente Pan American Energy.