El exministro de Economía, Domingo Cavallo, volvió a plantear sus dudas sobre el programa económico que está llevando adelante el gobierno de Javier Milei. En particular apuntó a la persistencia de la inflación, causada según su mirada por las limitaciones en la política monetaria, y a la necesidad de desarmar el cepo cambiario.

En el blog en el que vuelca sus opiniones, Cavallo escribió que la fuerte contracción monetaria (reducción de la emisión de pesos al mínimo) cesó en junio, mes a partir del cual se produjo una expansión porque la desaceleración de la inflación permitió una incipiente recuperación del crédito bancario. Ese comportamiento favoreció un leve repunte de la actividad. “Pero al mismo tiempo explica que el proceso de desinflación se haya estancado y comience a aparecer un conflicto entre el objetivo de seguir bajando la inflación y el de apuntalar la recuperación de la demanda interna y de la producción”.

“La expansión de los agregados monetarios que impedirían que la inflación converja a tasas de inflación de entre el 1 y el 2% mensual, al mismo tiempo ayudarían a que se consolide la incipiente recuperación del nivel de actividad económica que ya insinúan los indicadores de julio y agosto”, dijo Cavallo, planteando las dificultades de lograr al mismo tiempo los dos objetivos: desinflación y recuperación económica.

A la vez, el exministro corrió por derecha al gobierno al exhortarlo a aprovechar el ingreso de dólares por el blanqueo de capitales para levantar el cepo cambiario. “El aumento de la capacidad prestable de los bancos al sector privado, tanto en dólares como en pesos, puede crear las condiciones para que comience a funcionar el sistema de competencia de monedas. Para ello será necesario permitir que funcione al menos un mercado cambiario y financiero libre, sin restricciones al movimiento de capitales”, teorizó.

También reconoció que, al levantarse las barreras, el previsible ajuste del tipo de cambio impactaría en los precios. Pero opinó que a mediano plazo se verían los beneficios, porque “podrían hacerse realidad tanto la proyección de inflación como la de la reactivación de la economía contempladas en el proyecto de presupuesto para todo el año 2025”.

Caputo no está de acuerdo

La figura de Cavallo está desgastada ante la opinión pública, que lo considera el gran culpable de la devastadora crisis de 2001, de la que el país tardó años en salir con enorme sufrimiento para la población. Aun con ese lastre, es uno de los referentes de Milei, quien prioriza la estabilidad alcanzada en la década anterior, cuando el economista cordobés puso en marcha el plan de convertibilidad, y su decisión de dejar de emitir moneda sin su respaldo en dólares. Por eso las opiniones críticas del exministro dejan heridas en la Casa Rosada.

Por el lado del ministro de Economía, Luis Caputo, su agenda parece estar puesta en otro lado. Enfatiza la baja de los índices de precios como llave para lograr los demás objetivos. El último domingo, en una entrevista en la señal La Nación+, hizo hincapié en que “la inflación ya bajó, la economía empezó a recuperar, el dólar está estable, estamos sacando regulaciones, estamos bajando impuestos y estamos bajando aranceles. Hoy ya se empiezan a ver los frutos”.

Caputo tampoco se dejó apurar con el levantamiento del cepo. “Acá hay una obsesión con eso porque se han comido el cuento de que la economía no puede crecer si no salís del cepo. Nos vamos a tomar el tiempo que sea prudente para que cuando lo hagamos, salga bien y la gente no sufra ningún cimbronazo”, aseguró. Y dejó un mensaje que bien podría estar dirigido a Cavallo: “Vamos a convencer a todos. La realidad se va a llevar puesta al escepticismo”.