El impulso que se percibió en las vísperas de Navidad parece haberse tornado incierto. La nueva misión del Fondo Monetario que llegaría a la Argentina «en los próximos días», según palabras del presidente Alberto Fernández, no tiene fecha de partida desde Washington ni está en agenda –al menos por ahora– en ese organismo multilateral.
Así lo confirmó a Tiempo una fuente del Fondo, que aseguró que la disposición a una reunión está firme, aunque no hay avances. «Estamos dispuestos a reunirnos con las autoridades cuando mejor les convenga. No hay fecha definida por ahora», señaló.
Desde Buenos Aires, fuentes oficiales ratificaron la información. «No hay nada por ahora», fue la lacónica respuesta.
La relación con el Fondo se encuentra en una suerte de impasse desde mediados de 2019, cuando el organismo decidió congelar el acuerdo stand by tras los sucesivos incumplimientos del gobierno de Mauricio Macri.
El actual ministro de Economía, Martín Guzmán, mantuvo un encuentro privado con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, antes de que Alberto Fernández asumiera la presidencia. Pero desde ese momento no hubo novedades.
El rol del FMI es sustantivo en la renegociación de la deuda que busca Fernández. No sólo por los planteos programáticos que puede hacer en tanto primer acreedor de la Argentina, sino porque podría cumplir el rol de garante para los acreedores privados. «