A menos de dos semanas para que se publiquen las cifras oficiales de la inflación de enero 2023, desde la Cooperativa Obrera salieron a dar los primeros detalles de cómo arranca el año en materia de precios. Se trata del supermercado de la Economía Social con más de 2 millones de asociados y 140 sucursales en el centro y sur del país.
En diálogo con la agencia de noticias Ansol, Fernando Heredia, gerente de compras de la Cooperativa Obrera adelantó que «el sector de la carne este último mes está teniendo unos aumentos muy importantes, se está hablando de casi un 40 por ciento de suba, el animal en pie ya subió ese valor». El dirigente dijo que esperan «alguna alternativa a través del Gobierno, como pasa con harina y aceite, porque si no es un impacto enorme al bolsillo del consumidor«.
De esta forma, en la cooperativa que también brinda servicios económicos, sociales y culturales, piensan en profundizar «la defensa del consumidor, teniendo una dinámica mucho más comercial, cambiando el surtido de los productos para que la gente alcance a comprar lo que necesita para la canasta familiar».
–Teniendo en cuenta la inflación de casi el 100 por ciento en 2022, ¿Cómo se la arreglaron los consumidores?
–Estamos viendo un cambio de marcas, gente que pasa de una marca líder a una segunda marca. La Cooperativa Obrera tiene su marca propia, que ayuda bastante y viene creciendo. Es una forma de defendernos que tenemos nosotros y los consumidores. Es aprovechar las ofertas, buscar alternativas de marcas. Hemos sufrido un golpe en el bolsillo importante. Entre las herramientas que brindamos también están las charlas que damos para que lean mejor la góndola, que se fijen bien, porque es probable que, por ejemplo, haya un producto que está en Precios Justos pero se encuentre otro más barato, ya sea porque está en dinámica o porque es una marca que pusimos nosotros de la misma calidad.
–Precios Justos tiene congelamiento semestral de productos y un tope del 4% mensual en otros productos de las marcas que participan. ¿Se está cumpliendo?
–El programa de Precios Justos está ayudando. En líneas generales, se cumple. Lo que sí ocurre es que están poniendo topes de stock. Por ejemplo, si antes comprábamos mil cajas de un producto, ahora nos dan 700. Hay empresas mucho más eficientes que otras o más conscientes de lo que es el consumidor. Vamos a ver cómo sigue.
–Han salido los primeros relevamientos privados de la inflación de enero y se está hablando de un 7% de un 6%; algo muy por encima de lo esperado.
–Me parece exagerado para lo que es el rubro de alimentos. Creo que está más cerca del 5%. La carne impulsa mucho. Ya lleva 40% del animal en pie y eso se traslada menos a la góndola, pero se traslada al fin de cuentas. Capaz que hay menos ofertas, pero no noto una inflación tan alta en listas de precios. Fruta y verdura seguramente da más alto también por el tema de la sequía. Pero lo que es perfumería y limpieza te va a dar más bajo, con lo cual calculo que estará en el 5%.
La inflación en la carne
–¿Es lógico el aumento de la carne?
–Para mí, es una locura. Me imagino que va a tener que retroceder, pero es demasiado. Quieren llevarlo a un 50 por ciento de aumento y eso es demasiado. Primero normalmente asustan y después se termina en un 20 por ciento, pero veremos qué pasa. Estamos justo en plena tormenta.
–¿Y los demás aumentos tienen un anclaje económico concreto o es mera inercia inflacionaria?
–El consumidor empieza a perder referencia de precios. Y en cuanto a la formación de precios tenés distintas variables. Hay algo que es cierto y es que todo lo que es insumo de la producción en la Argentina está dolarizado. Desde un palet hasta la tinta del packaging o las latas o las cubiertas de los camiones y la nafta, todo eso está en dólares; o sea, la parte más primaria de la producción. Y ahí empieza la rueda y yo creo que de esa ruedita alguien le agrega algo por las dudas. Hay aumentos reales y hay aumentos que son por las dudas. Y las grandes empresas lo hacen más.
–Claro, de hecho hay informes que dicen que aumentaron más los supermercados que los almacenes cooperativos o populares…
–El movimiento cooperativo y las cooperativas de consumo estamos siempre alertas en la defensa del consumidor, en buscar alternativas o de surtido de precio a través de negociaciones con proveedores o a través del esfuerzo de las cooperativas. Consideramos que en los momentos más duros hay que estar del lado del consumidor. Si bien somos una empresa que tiene 6.000 empleados y tenemos que ser eficientes, siempre estamos pensando que en los momentos duros hay que ayudar al consumidor, porque después el consumidor te acompaña en otros momentos, se acuerda y sigue siendo fiel a su cooperativa.