Farmacoop, el laboratorio recuperado por las y los trabajadores de la ex Roux-Ocefa, se convirtió en la primera empresa recuperada en obtener la declaración de adecuación ambiental por parte de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar).
El presidente de Acumar, Martín Sabbatella, y el director nacional de Empresas Recuperadas, Eduardo Murúa, recorrieron este viernes el laboratorio, donde se celebró oficialmente la adecuación.
En su visita a Farmacoop, Sabbatella remarcó: “Nos propusimos acompañar a los establecimientos que buscan fomentar la mejora en el desempeño ambiental como lo hizo Farmacoop, un laboratorio de vanguardia en tecnología farmacéutica con perspectiva social, con trabajadores y trabajadoras comprometidos con el ambiente y con la sociedad”.
Cuando una empresa es declarada agente contaminante, debe presentar un plan de adecuación en el cual detalle cómo va a revertir ese causal y, después de la aprobación del organismo, ejecutarlo. En ese sentido, se creó la Red Adecuación Ambiental para la Cuenca (RAAC), que es una comunidad de organismos, ministerios, organizaciones sociales, entidades de financiamiento, universidades públicas, etc., cuyo objetivo es aunar recursos técnicos y financieros para la adecuación de las empresas.
Lucía Reynoso está a cargo del área Coordinación de Vinculación de Acumar, creada dentro del ámbito de la Dirección de Fiscalización y Adecuación Ambiental del organismo. “Desde que llegó Sabatella, el objetivo principal es adecuar ambientalmente a las empresas. Ya no hay una política punitiva o con fines recaudatorios”, apuntó Reynoso en diálogo con Tiempo Argentino.
Hay 780 empresas declaradas contaminantes en el área de la Cuenca, de las cuales 169 presentaron planes de adecuación. De este total, hay 15 que son cooperativas. “Hoy, tenemos 7 planes de adecuación presentados por recuperadas, lo cual es un gran avance”, destacó la funcionaria.
En ese avance, las tareas de vinculación son esenciales, desde el punto de vista estratégico. “El objetivo del área es dar anclaje territorial al plan de fiscalización. Nos relacionamos con los municipios, las cámaras empresarias, las federaciones, los sindicatos, otros organismos de control del Estado, otros ministerios, etc.”, planteó y remarcó: “La idea no es castigar a las empresas o cerrarlas, sino que se trabaja para que sigan produciendo, pero de una forma amigable con el medio ambiente”.
Otra cooperativa que trabaja para lograr la adecuación es Aceitera La Matanza. Es una empresa recuperada de La Tablada, emplea a más de 90 personas y es una de las principales proveedoras de Molinos Cañuelas. Además, tiene su propia línea de aceites que comercializa en el interior del país y un almacén barrial donde vende sus productos a los vecinos a precios populares. “Aceitera La Matanza hizo una inversión enorme y los parámetros mejoraron muchísimo”, finalizó.