Con casi 20 años de existencia, la Federación de Cooperativas de la Actividad Portuaria (Fecooaport) viene dignificando el trabajo de sus asociados. No sólo se ocupa de generar mejoras en las condiciones laborales, en la cobertura médica o en la jubilación, sino también presta especial atención en generar conciencia cooperativista. En esta federación, entienden que la continuidad de las distintas cooperativas que la comprenden no sólo depende de las vicisitudes económicas. Seguirán funcionando en tanto y en cuanto las nuevas generaciones de trabajadores conozcan la economía social, la asimilen como propia y le den continuidad.
La idea es transmitir nuestra experiencia a la nueva generación para que esté más preparada que cuando empezamos nosotros. Cuando nos dijeron ‘cooperativa’, no sabíamos si se escribía con una o con dos ‘o’. Hoy, la idea es que las personas que se sienten a administrar puedan seguir el camino que tanto nos costó. El broche de oro, para mí, es no ver caer a las cooperativas, que los compañeros las puedan seguir llevando adelante con más beneficios para los trabajadores, afirma Alberto Rosa, presidente de la Federación.
Hace 30 años, el trabajador se encontraba en un estado de desprotección total. El empresario de turno lo explotaba, aprovechándose de eso. Además de que no existía ningún tipo de aporte jubilatorio. Implementamos el sistema de cooperativas de trabajo no porque estuviéramos desempleados sino para sacarnos de encima al explotador. Costó muchísimo, continuamos capacitándonos día a día y aprendiendo cómo se maneja una empresa social que tiene que competir en el mercado, cuenta Alberto remitiéndose a los orígenes.
En la actualidad, Fecooaport nuclea a 13 cooperativas con más de 700 trabajadores estibadores. Todos ellos tienen seguro de vida, cobertura médica y, tal vez, muy pronto, una seguro de retiro como complemento de su jubilación. Pero ¿cómo se llegó hasta aquí? Siempre dijimos que tener un buen trabajo y la suerte de discutir qué cobertura de salud queríamos y poder pagarla, es más que interesante.
Luego de lidiar con diversos planes privados en los que nunca existía una cobertura del 100% cuando se la necesitaba, surgió la pregunta de por qué no crear una propia. Y así fue que hace 12 años nació la Asociación Mutual de Trabajadores Portuarios (Amcoop), que nuclea no sólo a los asociados sino también a 3500 familias más de Mar del Plata con una cobertura del 100%, bajo la dinámica de un sistema solidario.
Hace poco más de un mes nos mudamos a un lugar mucho más amplio, donde podemos brindar más servicios. Tenemos 14 consultorios propios y además convenios con todas las clínicas de la ciudad. Así nuestro asociado puede atenderse donde prefiera. La gente no puede creer la calidad en la cobertura y el precio tan bajo. A nosotros los costos nos dan y nos van a dar siempre porque no hay un fin económico, el único objetivo es dar un servicio de salud de calidad.
Otro tema puntual que se encuentra en la agenda permanente de la federación es la jubilación de los trabajadores. El decreto 5912/72 reconoce el derecho a jubilación ordinaria con 52 años a los estibadores portuarios y con 55 años a capataces guincheros, debido al riesgo que implica trabajar todos los días en el puerto. Sin embargo, este reconocimiento no incluía a los trabajadores cooperativos. Años atrás, en una reunión con el entonces ministro de Trabajo Carlos Tomada, se planteó el descontento por esta discriminación y como resultado de ese encuentro, se dictó la resolución 1444/10 que incluye al trabajador cooperativo otorgándole, entre otros beneficios, la jubilación con 52 años. La resolución fue un logro muy significativo para el cooperativismo. A partir de allí comenzó otro dilema para nosotros porque nos jubilamos con la mínima. Ante la pregunta de cómo solucionar este problema, Alberto cuenta que desde la Federación se está pensando un proyecto donde exista un seguro de retiro que acompañe la jubilación mínima logrando, de esta manera, una protección adicional para todos los trabajadores cooperativos.
Ley de Cooperativas de Trabajo
Durante la década de los 90 nos tocó vivir la flexibilización laboral y ver cómo una de las herramientas más útiles que tiene el neoliberalismo para explotar a los trabajadores es el cooperativismo porque, al no estar legislado, el trabajador aparece sin derecho alguno.
Tenemos que poder plasmar una ley para que el asociado, de alguna forma, pueda defenderse. Esa sería la protección total hacia los trabajadores del sector cooperativo.
Va ser duro y habrá muchísimas discusiones que quizás se den más en lo interno que hacia afuera. Sabemos que tenemos obligaciones como cualquier empresa y tenemos que cumplirlas, y esto, para nosotros, es una obligación.