Un mercado repleto de rumores y dudas contribuyó a alimentar la volatilidad del dólar blue. El valor de la divisa estadounidense en el mercado informal pasó a depender, más que nunca, de la buena voluntad del cuevero y de la cara del cliente. Lo que está claro es que el sendero alcista continúa, después de los $ 418 con que cerró el martes y del 5% de suba acumulada en las primeras dos rondas de la semana.
En un mercado de por sí poco transparente, las razones de la disparada se alimentan tanto por cuestiones estrictamente financieras, como por los problemas de la economía y las tensiones políticas del año electoral.
Entre estas últimas, sin duda, se cuentan los rumores instalados desde el lunes sobre una maniobra destinada a acotar el margen de acción del ministro de Economía, Sergio Massa. Eso fue lo que le terminó costando el puesto al jefe de asesores de Presidencia, Antonio Aracre, a quien se le atribuían desde algunas ideas de coyuntura sobre un posible desdoblamiento cambiario hasta una ambición de convertirse en titular del Palacio de Hacienda. La convulsión desatada (más algunas viejas cuentas nunca saldadas con otros funcionarios cercanos a Alberto Fernández) terminó haciendo que el ex CEO de Syngenta se fuera del gobierno.
La cuestión macroeconómica tampoco ayuda. Las reservas del Banco Central siguen siendo escuálidas por más dólar agro que se invente. Aun con la oferta de 300 pesos por unidad (casi 40% más que el valor oficial), el martes sólo entraron 36 millones de dólares y la entidad apenas se quedó con un millón: el resto debió usarlo para compensar el exceso de demanda.
¿Podrá la iniciativa del gobierno compensar esa crónica escasez de dólares? En el informe sobre mercados y tendencias elaborado el martes por el Grupo Cohen (sociedad de bolsa) compararon la nueva versión del Programa de Incremento Exportador con las dos anteriores ocurridas en septiembre y en diciembre. «En el acumulado desde el inicio del dólar agro, se liquidaron U$S 961 millones y el BCRA realizó compras netas por U$S 467 millones (equivalente al 48% del total). El porcentaje de compras netas sobre el total ingresado está por debajo del programa dólar soja I (65%) y dólar soja II (73%)», detallaron para dar cuenta de las dificultades del Central para retener esas divisas.
Otros analistas creen que la suba corresponde a que el dólar paralelo, como también los bursátiles, están retrasados con respecto a la inflación. A valores del cierre del martes, el blue trepó 19,4% desde comienzos de año, mientras que la inflación del primer trimestre del año fue de 21,7%.
«El driver de la turbulencia no es claro, considerando que la crisis política no es una novedad, aunque es cierto que puesto en perspectiva el CCL parece atrasado respecto a otras referencias», destacaron desde la plataforma de servicios financieros Consultatio.
La incertidumbre se trasladó también a las hipótesis sobre una posible suba en las tasas de interés. La medida, siempre usada para contener la inflación y desalentar corridas al dólar, fue desestimada la semana pasada bajo la idea de que la elevada suba de precios de marzo (7,7%) se debía a cuestiones estacionales y no se repetirá en abril. Sin embargo, de mantenerse la suba del blue, no se descarta que en la reunión del jueves el directorio del Banco Central disponga un nuevo retoque.