Tal como ocurrió en 2020, el precio de los medicamentos volvió a aumentar por encima de la inflación en el primer trimestre de 2021. Los remedios más recetados y más pedidos en las farmacias subieron en promedio un 13.7% más que el IPC (índice de inflación general) en la comparación interanual. En el marco de la pandemia y con menos consultas médicas, subieron también la venta y los precios de los productos de venta libre.
Así, según relevamientos del Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar), aumentaron un 61.89% los precios de los medicamentos más comercializados en los primeros tres meses del año, mientras el IPC aumentó un 48 2% en el mismo período.
“Tomamos los más usados porque es la incidencia real tanto en el bolsillo como en las finanzas de las obras sociales y prepagas: un problema que se está dando ahora es que ven que les está aumentando lo que pagan en medicamentos. Lo que venimos observando en forma periódica desde 2018 es que ahí empiezan a aumentar los medicamentos; luego en 2019 aumentaron muchísimo –llegaron a duplicar a la inflación-, en 2020 el nuevo Gobierno acordó con los laboratorios de forma verbal que no iban a aumentar por encima de la inflación, lo aceptaron los primeros meses pero a partir de junio 2020 otra vez subieron”, relató Rubén Sajem, director de Ceprofar, en diálogo con Tiempo. Y agregó: “Termina 2020 con los medicamentos más usados aumentando 10% por encima del IPC. O sea que ahí ya habían acumulado aumento y este trimestre, otra vez. Es una tendencia que no se revierte, evidentemente falta una regulación”.
Una caja de Ibuprofeno de 10 comprimidos, por caso, costaba $187 en enero del año pasado, $283 en diciembre y $324 en marzo último. Una caja de Clonazepam de 1 miligramo de 60 comprimidos valía $555 a principios de 2020, $757 a finales de ese año y $878 en marzo. “Cuando aumentan los precios, la gente no puede acceder. Ya pasó en 2019”, recordó Sajem, y advirtió que “hay mucha diferencia entre marcas y se insta a los médicos a incluir marcas en las recetas, que son las que más se venden y más aumentan. Ahí hay una falta de controlar la prescripción por nombre genérico, que es lo que tienen que hacer los médicos. Eso nos daría (a los farmacéuticos) la libertad de ofrecer el medicamento más económico”. De hecho, el informe reflejó diferencias de precios de hasta el 300% entre las distintas marcas de un mismo medicamento.
En el marco de la pandemia de coronavirus –y ahora con los hospitales al borde del colapso, ante el avance de la segunda ola- se incluyeron este año en el relevamiento los medicamentos de venta libre. “Porque a pesar de las teleconsultas y las receta médicas digitales, mucha gente recurre a los medicamentos de venta libre. Aumentaron mucho la venta y el precio, algunos hasta un 30% en el primer trimestre. Eso es un efecto de la pandemia”, definió Sajem.
También se incorporaron a la medición, a diferencia de las anteriores, los medicamentos pediátricos más utilizados. “Es por una cuestión de sensibilidad social: las últimas mediciones de pobreza dieron que entre 6-7 de cada 10 niños son pobres, entonces nos parece una falta de sensibilidad social que un laboratorio aumente por encima de la inflación productos de mucho uso como los que son para dermatitis del pañal o para bajar la fiebre. Hay una falta de consideración hacia la gente que no lo puede pagar”.
Sajem cuestionó que “no hay ningún tipo de canasta de medicamentos, como sí hay de alimentos”. Y señaló que “lo mismo pasa con los anticonceptivos: aumentó el uso en pandemia y vemos que no hay competencia entre marcas y los precios siguen aumentando”.
El informe fue entregado a organismos oficiales como la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Salud, a la espera de medidas que ayuden a paliar este incremento y garanticen el acceso a la medicación más demandada.