Luego de dos años de virtualidad, se volvió a realizar en La Rural la Argentina Oil & Gas (AOG) Expo. Más de 20 mil personas pasaron por los stands de 220 empresas del sector que participaron del evento, durante las cuatro jornadas entre el 20 y 23 de marzo. La expo llegó en un momento complejo para el sector, en el cual por un lado los precios internacionales están por las nubes y las contradicciones locales ponen en jaque incluso el abastecimiento para el invierno.
Día 0 – La primera jornada fue casi exclusiva para los empresarios del sector y sus familias. Desde la organización, destacaron que muchos fueron a pasar ese domingo con sus hijos a la Expo. Fue algo así como un punto de encuentro luego de dos años de no tener muestra presencial.
Día 1 – El lunes 21 comenzó el verdadero partido, con una fuerte presencia gubernamental. El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo presente. Si bien no hizo declaraciones públicas, sí se hizo el tiempo para reunirse con altos empresarios del sector.
El orador del gobierno fue el secretario de Energía, Darío Martínez, quien expresó su optimismo a partir de la implementación del discutido Plan GasAR y del inicio de la construcción del celebrado gasoducto Néstor Kirchner: “YPF es la locotomora de todo este desarrollo, a la par también de las demás operadoras que traccionan hacia adelante. Si entre todos empujamos y nos ponemos de acuerdo, la producción argentina de petróleo y de gas no tiene techo”.
La ceremonia de inauguración estuvo a cargo del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), entidad organizadora del evento y cuyo directorio está conformado por un representante de cada empresa importante del sector. Su presidente Ernesto López Anadón apuntó: “Argentina tiene que asumir como objetivo, dentro de este nuevo contexto mundial, pasar al frente y ser uno de los países de relevancia en el reemplazo de muchos de los insumos energéticos que probablemente van a empezar a faltar a nivel global”.
López Anadón no solo habla por sí mismo. Expresó las intenciones de las grandes empresas, de contar con una producción de petróleo que supere los 500 mil barriles diarios, sin contar el offshore (hoy, esa producción está en 300 mil, aprox.). “Si hace diez años nos hubiésemos puesto a soñar con esos niveles de producción, hoy podríamos tener exportaciones de hidrocarburos por un valor de 60 mil millones de dólares, inversiones acumuladas del orden de los USD 100 mil millones y estaríamos, año a año, hablando de exportaciones por USD 25 mil millones; un tercio de las exportaciones que hoy tiene Argentina”, consideró y remató que con esa producción “no se hubiese llegado a la situación que estamos hoy”.
Esa situación es de una gran complejidad. Según pudo saber Tiempo, la gran queja del sector hacia el gobierno es que no pueden exportar todo lo deseado. Solo se exporta el 15% de la producción, a un precio internacional que ronda los USD 120 por barril. El resto se destina al consumo local, a un precio previamente acordado de USD 60 por barril, que hoy pone los pelos de punta a los productores. La intención es avanzar hacia la export parity (precio local igual a precio internacional), lo cual sería muy beneficioso para las empresas, pero dispararía todos los precios locales asociados a combustibles, que a su vez impulsarían otros precios; en otras palabras, habría mucha más inflación.
Día 2 – Luego de las presentaciones y discursos oficiales llegó el turno de los empresarios. Se llevaron a cabo distintas charlas y paneles, entre los que destacó el “Encuentro con los CEOs”, donde los líderes de las grandes empresas hablaron sobre el funcionamiento y las expectativas del sector. Fueron 18 CEOs en tres días; 17 hombres y una mujer: Karina Corradi, presidente de Clúster.
Entre las voces de los CEOs, estuvo la de Marcos Bulgheroni, de Pan Americana Energy, quien consideró que los precios internacionales altos “son una mala noticia para la balanza comercial del país”. Sin embargo, “lo positivo es que estas situaciones te llevan a reorganizar las prioridades y encontrar un equilibrio, por eso, tenemos que repuntar Vaca Muerta: las reservas que tenemos alcanzan para cubrir seis veces el consumo de Argentina los próximos 30 años”.
Por el lado de Total Austral, Javier Rielo advirtió que “antes de exportar, tenemos que garantizar lo local”, al tiempo que remarcó: “Tenemos todo para seguir creciendo. Vaca Muerta se complementa perfectamente con todo lo que tenemos por hacer con el offshore”.
Teófilo Lacroze, de Raízen Argentina, planteó: “Hoy tenemos precios muy por debajo que cualquier otro país, con excepción probablemente de Venezuela. Pero a mediano y largo plazo, tenemos que tener reglas claras acerca de cómo se moverá ese sendero de precios para poder hacer inversiones”.
Día 3 – No solo fue el cierre de la Expo, con los últimos “Encuentros con los CEOs”, sino también de otras actividades como Rondas de Negocios: se realizaron 230 reuniones de las cuales 15 se hicieron virtuales. Compradores provenientes de Bolivia, Colombia, Perú y Brasil se reunieron con empresas productoras argentinas en condiciones de exportar. En esta edición, los productos de interés de los compradores extranjeros involucraron a todas las etapas de producción de la industria: transporte y distribución.
Una expo entretenida
La AOG Expo no solo se trató de empresarios, funcionarios y complejidades del sector. Hubo también baile, juegos, bebidas y comidas.
Algunas compañías como Shell o Tecpetrol pusieron a disposición una serie de juegos interactivos para quien quisiera distender. En el caso de Shell, el desafío era ordenar las conchas del logo de manera cronológica; desde las primeras en blanco y negro a las últimas a todo color. El regalo por acertar era una bolsa y un calendario. Por el lado de Tecpetrol, el juego era un poco más complejo: había que convertirse en una suerte de CEO de la compañía y armonizar la producción. Eran cuatro niveles que aumentaban la dificultad. El premio por participar era un cargador de batería.
Otros stands no ofrecían juegos, pero sí bonitas maquetas a escala como las turbinas de gas de TurbiGas o ponían a la vista algunas máquinas imponentes como los motores de Scania o robots de última generación que son habituales en la producción como los de TecMahe.
Sin dudas, los stands más visitados eran aquellos que ofrecían comida y bebida. Mucha variedad de sánguches en miniatura y una buena oferta de vinos, cervezas, gaseosas y jugos. Algunos stands como Total tomaban lista para permitir el ingreso y otros como el de Chubut o IAPG permitían el acceso libre.