Según datos oficiales difundidos por la dirección de Estadística del Ministerio de Producción y Trabajo, en marzo, se perdieron 30.700 puestos de trabajo registrados. Se trata del séptimo mes consecutivo de retroceso interanual en la existencia neta de puestos de trabajo. De hecho en el mes de marzo se registró una caída interanual del 2,2% equivalente a 269 mil empleos registrados.
Pero además, si se observa la tendencia de estos últimos siete meses la situación es aún más desalentadora porque el elemento destacado que surge del informe de marzo es que se revirtió un proceso de desaceleración en la pérdida de empleos que las autoridades de la Secretaría de Trabajo venían destacando con entusiasmo. Es que desde octubre de 2018 cuando se había registrado un retroceso sensible de 0,46% (equivalente a 56 mil empleos), la dinámica fue descendente pasando a -0,26% en noviembre; -0,13% en diciembre; 0,017% en enero y 0,007% en febrero. El nuevo número cayó como un balde de agua fría porque, en función de esa tendencia, se esperaba que el escenario arrojara un dato positivo de creación de empleo.
Con todo, el Subsecretario de Desarrollo y Planeamiento de la Secretaría de Trabajo, Bernardo Díaz de Astarloa, explicó que “va en línea con los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica de marzo que arrojaron un retroceso generado por el mal clima y la incertidumbre cambiaria”. Para Astarloa, el fenómeno no debe ser entendido como una reversión de la tendencia sino como “una pausa en el proceso de cambio de tendencia” y pidió hacer una lectura “prudente” del mercado de trabajo.
Para el caso del empleo registrado privado, la situación es aún peor toda vez que se verificó un retroceso del 2,5% en los puestos de trabajo que equivalen a 161 mil empleos y una baja intermensual desestacionalizada del 0,2%. En este caso también se trata de una acumulación de caídas interanuales de siete meses que llevaron al empleo privado a los niveles de abril de 2013. De este modo, en apenas un año, se destruyeron todos los puestos netos de trabajo generados en el período de cinco años previos que va desde marzo de 2013 a marzo de 2018.
En este derrumbe se destaca especialmente el empleo industrial que resignó 161 mil puestos en un año equivalentes a un 5,8% y que se encuentra en el nivel más bajo desde enero de 2009 cuando comienzan los registros disponibles de la Secretaría de Trabajo. El comercio también retrocedió un 3,9% equivalente a 46.400 puestos. Los retrocesos también se verifican especialmente en el sector del transporte (-3,3%) y la Construcción (-2,3%). Las excepciones son la explotación de minas y canteras que generaron 6.200 puestos que implican una crecimiento del 7,9% y que, según los funcionarios, se explican por el desarrollo del yacimiento Vaca Muerta así como la pesca que genero 700 puestos con un incremento del 5,3% concentrados especialmente en la provincia de Santa Cruz.
Un dato que descolla negativamente es el derrumbe del empleo industrial en la provincia de Tierra del Fuego de un 11% que, según las autoridades, se explica por el comparativo con el mismo mes del año anterior que había sido impactado favorablemente por la producción de televisores para el mundial del fútbol.
Por el lado de los ingresos, la remuneración promedio bruta en el sector privado llegó hasta los $41.359 que implican una suba interanual del 41,9% y que, según las estimaciones de la Secretaría de Trabajo, implican una pérdida del poder adquisitivo del 8,3% anual.