El 56° Coloquio de Idea, realizado la semana pasada, dejó una estela de negatividad. El foro, uno de los más tradicionales del lobby empresarial vernáculo, coincidió con un momento álgido de la crisis económica y sirvió para que un sector importante del empresariado pusiera en blanco sobre negro su agenda.
Uno de los directores de Idea, Miguel Blanco, dijo que la institución venía de varios encuentros previos con el presidente Alberto Fernández, pero lamentó que el Ejecutivo desestime las propuestas que las entidades privadas formalizan en esas reuniones.
El empresario reconoció que el tensiómetro se disparó con el discurso de Fernández en la apertura del evento, el miércoles 14, y que la sensación global es que lejos de acercarse las partes quedaron tan o más lejos que antes. «Hay puntos en los que estamos públicamente en desacuerdo, lo que pasa con las restricciones a las importaciones es un ejemplo. Nos reunimos por voluntad de las dos partes pero también necesitamos actos», planteó.
En rigor, Idea no es una cámara empresaria con fines gremiales, pero es una escuela que forma cuadros dirigenciales con amplio reconocimiento en el sector privado. También es el escenario que eligió el expresidente Mauricio Macri para informar en la campaña de 2015 que en su gobierno la política sería cosa de las empresas. En ese mismo foro, el Círculo Rojo fue reconocido un año después por el propio Macri, ya presidente.
En la edición de este año, el vínculo con el presidente fue otro. En la compleja película de las relaciones entre el Estado y las empresas en 2020, el foro expuso con elegancia una distancia que, por ejemplo, la Mesa de Enlace venía manifestando de manera más vehemente. «Lo de la liquidación de divisas-consignó Blanco- va en contra de la lógica económica si me bajan un 3% las retenciones pero tengo una diferencia de más del 100% en el tipo de cambio».
Pero en el cierre del viernes, las palabras del ministro de Economía, Martín Guzmán, distendieron algo el clima de trinchera. Blanco destacó que la decisión de facilitar las operatorias del dólar contado con liquidación «fue recibida muy positivamente en un momento en el que está todo trabado».
Intercambio
El mismo día pero en el CCK, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, lanzó un llamado a la concordia a los hombres y mujeres de negocios en línea con el discurso del presidente. «No hay lugar para dicotomías y peleas que son parte del pasado –dijo el funcionario en tono grave-. No existe un Estado sin empresarios y empresarias, ni empresarios y empresarias sin un Estado. Entre todos tenemos que sacar el país adelante».
Lo curioso es que lo hizo en el lanzamiento de Correo Compras, la plataforma de comercio electrónico del Correo Argentino con la que el Estado se metió a jugar sorpresivamente en el terreno de Mercado Libre, la empresa de Marcos Galperín, uno de los destacados del mentado Círculo Rojo.
Ironía premeditada o casualidad, la declaración en ese contexto cerró con toda coherencia una semana en la que la relación entre Balcarce 50 y las empresas se volvió a tensar al compás de pulso económico.
Pero el epicentro de la tensión estuvo en el Coloquio. En lo formal, el presidente defendió políticas como el ATP, «sin el cual 236 mil empresas tal vez hoy no existirían», y propuso un modelo de Estado «vinculado al capitalismo y al mercado».
En concreto, según la encuesta que elabora para Idea la consultora D’Alessio Irol, los problemas prioritarios para los empresarios son la ausencia de un plan económico, la falta de dólares, el déficit fiscal, la pérdida de poder adquisitivo, la falta de confianza para atraer inversiones, las consecuencias económicas de la pandemia y el contexto global.
La propuesta de Idea para resolver esa agenda fue la previsible: que la transformación llegará a través de la baja del gasto, que es necesario propiciar reformas (tributaria, laboral y previsional) como soluciones de largo plazo, y que hay que asegurar estabilidad en las reglas de juego para que las empresas inviertan. Todo ello matizado por comentarios en los chats en los que algunos empresarios se expresaron en modo troll. «
Gobierno y campo, juntos
El día del discurso presidencial en Idea, el gabinete económico suscribió la Estrategia Nacional Agroalimentaria con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).
Los lineamientos acordados son: aumentar la productividad de las distintas cadenas agroindustriales, mantenimiento de las retenciones para sostener la recaudación tributaria, garantizar el abastecimiento del mercado interno y resguardar el impacto sobre los precios de los alimentos, buscar la simplificación administrativa de las exportaciones; involucrar agencias y ministerios para eficientizar los procesos productivos y facilitar el acceso a los mercados internacionales.