La eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, proyecto que está a la consideración del Congreso, representará un costo para el Estado de 2,9 billones de pesos durante el año 2024. Ese monto, equivalente a 0,83% del PBI, será compartido en su mayor parte por el gobierno nacional, cuya recaudación caerá en cerca de un billón de pesos, y las provincias, que perderán ingresos por coparticipación por casi 1,7 billones de pesos.
Los números surgen de un estudio realizado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), que recibió la solicitud en tal sentido de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados. Allí se compara el régimen vigente hasta ahora, que grava los ingresos sobre el trabajo por un monto superior a los $ 700.000 actuales, con el proyecto de ley que envió el Poder Ejecutivo. En este último se elimina esa categoría y se reemplaza por un impuesto cedular (de aplicación a las personas físicas sobre actividades específicas) a quienes perciben el equivalente a más de 12 salarios mínimos por mes. Por encima de ese umbral se aplicarán alícuotas de entre 27 y 35 por ciento.
Según los cálculos realizados por la OPC, el impacto total será de $ 2,927 billones (0,83% del PBI). El Tesoro cedería una recaudación potencial de $ 1,055 billones (0,30% del PBI) y las provincias dejarían de percibir $ 1,687 billones (0,48%). El resto corresponde al Poder Judicial ($ 100.503 millones o 0,03% del PBI), la AFIP ($ 55.615 millones o 0,02%) y el fondo para los Aportes del Tesoro Nacional ($ 28.715 millones o 0,01%). Los valores están estimados a pesos de 2024, con las proyecciones de inflación que surgen del Presupuesto 2024, lo que implica que están nominalmente muy por encima de los valores actuales.
Tal como publicó este medio hace unos días, el gobierno confía en que la extensión del impuesto PAIS a la importación de bienes y servicios contribuya a cubrir ese vacío en las cuentas fiscales. La modificación (el tributo antes gravaba solamente la adquisición de las divisas para atesoramiento o compras realizadas en el exterior) permitió que en agosto la recaudación por ese concepto saltara de $ 65.000 millones a casi $ 212.000 millones, según los datos oficiales de la AFIP.
“Argentina le está cobrando un impuesto a los bienes que se importan de otros países, o sea, le está poniendo un impuesto al trabajo extranjero que está generando una mejor recaudación en la economía argentina. Esa mejor recaudación del impuesto al trabajo extranjero, más la mejora en el consumo y la recaudación de impuestos que genera esa mejora en el consumo, van a servir para financiar la eliminación del Impuesto a las Ganancias”, dijo el ministro Sergio Massa a la hora de explicar cómo se solventará el costo de la iniciativa.
En las últimas horas se multiplicaron los apoyos de sectores políticos y sindicales al proyecto, que beneficiará a alrededor de un millón de asalariados que dejarán de estar alcanzados por el impuesto. “Los trabajadores van a recibir un salario un poco más importante del que tenían. Y obviamente eso lo van a volcar al consumo y eso va a generar mayor dinamismo de la economía”, sostuvo el diputado nacional Leopoldo Moreau. Mientras que el sindicalista Sergio Palazzo, titular de la Asociación Bancaria, consideró que “esta ley va a perdurar en el tiempo, y que sirve para corregir esta situación equivocada de considerar que el salario es ganancia”.