Cuando Pablo Moyano anunció su renuncia como cosecretario general de la CGT se especuló con una eventual ruptura de la central obrera. Sin embargo, la posibilidad de que se produjera un desbande de dirigentes detrás del camionero no ocurrió y, por el contrario, rápidamente Hugo Moyano y los miembros del triunvirato salieron a cauterizar la herida anunciando la pronta elección de un reemplazante del mismo gremio Camionero.
Esa designación se conoció este lunes cuando Hugo Moyano se reunió en la intimidad con Héctor Daer, Carlos Acuña y Andrés Rodríguez entre otros para anunciar la asunción formal de Octavio Arguello en el cargo que ocupara Pablo y, a la vez, su propia participación informal en las reuniones de la también informal mesa chica de la CGT.
🔴 COMUNICADO CGT pic.twitter.com/tcSqwr190Q
— CGT (@cgtoficialok) December 9, 2024
De este modo, Hugo Moyano será quien participe en la toma de decisiones cotidianas de la Central a la vez que un dirigente de su máxima confianza y sin autonomía decisoria ocupará el cargo de Pablo en el triunvirato. Es que, es esa la característica que llevó a Octavio Arguello a ocupar ese lugar. El dirigente tiene 62 años y desde el año 1979 se sumó al gremio camionero a través de la rama recolección como empleado de la empresa Venturino en la que resultara electo delegado en 1984.
Antes de que se conociera la designación del ahora dirigente de la regional San Martin y Tres de Febrero de Camioneros, había resonado el nombre del chubutense Jorge Taboada también hombre de confianza del octogenario dirigente Hugo Moyano pero él mismo rechazó esa posibilidad. El nombre de Omar Pérez, que supo participar en el Consejo Directivo de la CGT y en la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), sonó pero no se sustanció. Desde adentro del gremio aseguran que ese dirigente “estaba posicionado para entrar pero se ve que ya no confían en que garantice la obsecuencia necesaria”.
La prudente distancia de ambos dirigentes demuestra que todavía no queda claro quién controla una mayoría dentro del sindicato. A esa tarea parece haberse volcado plenamente Pablo Moyano en los últimos días motivo por el cual decidió no participar de la marcha convocada por las CTA. Dentro del gremio aseguran que Hugo controla los organismos directivos pero que Pablo es quién reúne una mayor adhesión entre los delegados de base y varios dirigentes regionales.
Con todo, Octavio Argüello a partir de su alianza cerrada con Hugo Moyano pudo construir una espalda propia en tanto llegó a ser diputado nacional por las listas del Frente para la Victoria en el período 2007-2011 luego de haber sido electo diputado provincial bonaerense de la mano de la lista del Frente Popular Bonaerense liderado nada más ni nada menos que por Aldo Rico. Los vericuetos de Argüello, en rigor, son el espejo de los de Hugo Moyano quien, además, lo ungió presidente del Partido por la Cultura, la Educación y el Trabajo que creó en 2011 el camionero cuando se distanció de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ese puesto, según el portal especializado en política del conurbano La Noticia 1, fue heredado por uno de los hijos de Hugo que todavía mantiene fidelidad con su padre, paradójicamente, el que lleva el nombre de “Hugo” mientras Argüello ocupa el cargo de Tesorero.
Así las cosas, mientras Pablo Moyano no rompa su ostracismo, las aguas en la CGT se mantendrán calmas. El desembarco de Hugo Moyano, que ya había tenido reuniones informales y unilaterales con el secretario de Trabajo Julio Cordero y el jefe de gabinete Guillermo Francos, implica un reforzamiento del polo dialoguista en la CGT y, por lo tanto, un triunfo político del gobierno al interior de la Central obrera en momentos en los que el oficialismo prepara una nueva ofensiva sobre la legislación laboral vigente.
Además, el próximo jueves 19 de diciembre, el nuevo triunvirato deberá discutir la actualización del haber mínimo en el Consejo del Salario, allí quedará claro cuál será su actitud con el gobierno en esta nueva etapa.