Un redactor de un medio de prensa escrita de la Ciudad de Buenos Aires cobrará en los primeros días de noviembre, según la escala salarial vigente, $ 161.004. Por primera vez, el salario quedará por debajo de la canasta que establece la línea de indigencia para una familia de dos adultos y dos mayores.
Por eso el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) inició un plan de lucha para actualizar los salarios con un cese de tareas de cuatro horas el pasado jueves y una movilización al Ministerio de Trabajo, donde se realizaba una audiencia por la paritaria.
Tanto el impacto de la medida como la movilización fueron masivos. Alrededor de medio millar de trabajadores se manifestaron en el lugar dando cuenta de una fuerte voluntad de transformar la realidad que atraviesan los trabajadores del gremio más golpeado en los últimos siete años.
La jornada de movilización recibió el impulso generado por la decisión de la Justicia que no dio lugar al último recurso presentado por la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires cuestionando la resolución del ministerio que reconoció la personería gremial al SiPreBA.
La tarea del SiPreBA ahora no será fácil porque tendrá que enfrentar –y revertir– una situación de profundo deterioro del salario en un contexto político que las empresas perciben favorable a sus intereses. La última medida se desencadenó a partir de la postura patronal que dilata una propuesta salarial hasta tanto no se despeje el escenario político electoral. Pero los trabajadores de prensa no pueden esperar un minuto más.
Es que la estrategia de la Utpba en los últimos años fue la de lograr una sobrevida de la mano de las empresas a cambio de lo cual avalaron en las paritarias una reducción drástica e inédita del salario.
La última, la peor
La paritaria vigente fue la última que firmó la Utpba en una ventana que se abrió en mayo ante una recurso judicial que les devolvió circunstancialmente la representación. Allí pautaron una suba del 45% en los salarios de convenio para el período mayo-noviembre y de un piso del 36% para los salarios reales. En ese momento, además, avalaron una cláusula de absorción ante una entonces hipotética suma fija que pudiera otorgar el gobierno durante el período.
Fue ese sólo punto el que pudo modificar el SiPreBA en la última negociación a partir de la cual los trabajadores recibieron en septiembre y octubre las dos cuotas de $ 30 mil establecidas en agosto por el decreto 438/23 que representaron un 20% adicional de incremento para la categoría testigo de redactor. Por su naturaleza, sin embargo, no se incorporarán al salario en forma definitiva.
Reforma laboral de hecho
Por eso el salario de convenio de la categoría testigo de redactor en diarios y portales quedó fijado en esos $ 161.004 en términos netos para el mes de octubre a cobrarse en los primeros días de noviembre. De no mediar una modificación del acuerdo firmado por la Utpba, por primera vez en la historia, el salario testigo en prensa se ubicará ese mes por debajo de la Canasta Básica Alimentaria que establece la línea de indigencia y que, según las proyecciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que difunde el BCRA, llegará al menos hasta los $ 161.156 para ese mes.
El retroceso salarial implicó una reforma laboral por la vía de los hechos en la medida en que forzó a los trabajadores de prensa a desdoblarse en múltiples empleos, con lo que en los hechos se vulnera la jornada laboral vigente y en los cuales las patronales imponen condiciones laborales fuera de convenio.
La negociación continuará el próximo jueves. Las empresas se comprometieron a presentar una propuesta. Los delegados y la conducción del SiPreBA evaluarán los pasos a seguir pero el secretario general Agustín Lecchi adelantó la intención de avanzar en más medidas unificándolas con las ramas de TV y radio así como con los medios del interior del país agrupados en la Federación de Prensa (Fatpren).
A priori, el SiPreBA aspira a conseguir un adelanto de la última cuota del 10% de noviembre al salario de octubre, la incorporación de los $ 30 mil de la suma fija en el salario y un incremento adicional del 30% sobre el salario conformado hasta diciembre y, a partir de allí, renegociar una nueva escala salarial hacia adelante. «