En un contexto de incertidumbre como el que vivimos, apremia seguir acompañando las políticas implementadas por el presidente Alberto Fernández para motorizar la economía argentina. Como parte de la Federación, tenemos la certeza de que la fuerza trabajadora petrolera cumplirá un rol fundamental entre las acciones ya iniciadas para poner de pie a nuestro país.
También consideramos central el crecimiento de la actividad petrolera, que en diciembre pasado alcanzó los 559.000 barriles diarios, su producción más alta desde 2012, en gran parte gracias al impulso de Vaca Muerta. Creemos que es momento de profundizar su alcance. De ampliar y construir oleoductos para transportar energía y reducir la necesidad de importarla.
Por sobre todo, sabemos que es hora de poner el foco sobre los trabajadores y trabajadoras del petróleo, quienes constituyen la verdadera fuerza detrás del reciente éxito atribuido al sector. Para encarar esta meta, urge continuar el camino trazado por hitos como el que representa que sean ellos y ellas quienes actualmente perciban los salarios más altos del país.
Son conquistas que alcanzamos en búsqueda de amortizar parte de las dificultades inherentes a este tipo de actividades. Particularmente, en lo referido a yacimientos y refinerías, conocemos sobre desarraigo, trabajo nocturno o con altas temperaturas. Vale destacar que estas tareas requieren de una mano altamente calificada y en constante profesionalización.
En ese sentido, revisten mayor importancia los esfuerzos aunados junto con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, para poner en marcha el primer Centro de Formación Laboral en Hidrocarburos y Biocombustibles de la Argentina. Inaugurado en Campana, es otro paso que tomamos para convertir la provincia en un polo del petróleo.
De esta forma, buscamos potenciar la batería de medidas que activó el presidente Fernández para sacar adelante al país. Sumamos oportunidades para que tanto los trabajadores y trabajadoras activos como la juventud puedan mejorar su posicionamiento dentro del mercado laboral.
En este escenario, debemos mirar con especial atención el avance del proyecto de Ley de electromovilidad, que busca prohibir la venta de vehículos a combustión fósil. Compartimos criterios en cuanto a los beneficios de la transformación energética, mas proponemos analizar con mesura este tipo de cambios. No queremos que lleven a la reducción de inversiones, ni que compliquen el futuro auspicioso de la industria petrolera, que trepó un 9 por ciento en los últimos años.
En resumen, llamamos a seguir fortaleciendo el sector a través de un enfoque que priorice la importancia de la fuerza de trabajo. Desde la Federación, buscamos constantemente seguir mejorando las condiciones laborales de nuestros compañeros y compañeras en proporción al enorme esfuerzo que realizan como verdaderos pilares de esta actividad.