El Informe de Perspectivas de la Economía Mundial fue publicado para su consideración en el Foro Económico Mundial de Davos que comienza este lunes. Allí, en primer término, el organismo multilateral destaca y pronostica un debilitamiento de la expansión económica global.
El texto, elaborado por los economistas del Fondo, “proyecta que la economía mundial crezca 3,5% en 2019 y 3,6% en 2020, es decir, 0,2 y 0,1 puntos porcentuales menos que lo proyectado en octubre pasado”. Se trata de la segunda revisión a la baja consecutiva luego del último informe de octubre de 2018.
A la hora de identificar los motivos, el informe pone el foco en los conflictos comerciales entre Estados Unidos y China, las mayores regulaciones financieras (la suba de las tasas de interés norteamericanas y regulaciones bancarias en China) y la desaceleración de la producción en economías europeas como la Alemana fruto de nuevas regulaciones en materia de emisiones automotrices así como el denominado ‘Brexit’.
Pero además, el propio informe, destaca el impacto sobre la dinámica mundial de las “contracciones en Argentina y Turquía”.
A la hora de establecer un diagnóstico sobre la Argentina, el FMI ratifica que durante todo 2019 “la economía se contraerá a medida que las políticas más restrictivas con las que se busca reducir los desequilibrios frenen la demanda interna, previéndose un retorno al crecimiento en 2020”.
Bien leído, el organismo presidido por Christine Lagarde, reconoce que el objetivo de alcanzar el «déficit cero» que él mismo pregona como reaseguro para honrar el pago de la deuda, tendrá un impacto negativo en el crecimiento de la economía.
Diversos economistas locales, algunos de ellos cercanos al gobierno, incluso alertan sobre las dificultades de alcanzar ese objetivo, ya no por la magnitud del ajuste que implica sino por el impacto que el mismo genera sobre la actividad y a su turno sobre la recaudación tributaria.
Pero además, el informe destaca otros aspectos que son de interés para el desenvolvimiento de la economía nacional de cara a los próximos años. En primer lugar, si bien se produjo una revisión a la baja de los pronósticos de crecimiento para las economías latinoamericanas, las perspectivas del FMI son alentadoras para el Brasil de Jair Bolsonaro de quien esperan una recuperación de 2,5% en 2019 y de 2,2% en 2020. Se trata del principal destino de exportación de la economía Argentina que genera la mitad de las divisas que se obtienen por esa vía.
Sin embargo, en el otro extremo, se espera una desaceleración sensible de la economía China de la cual dependen no solamente gran parte de las exportaciones de productos primarios de la economía nacional sino también, y por el volumen de su demanda, los precios de las commodities alimenticias con cuya exportación el gobierno apuesta a resolver gran parte del déficit comercial que arrastra para obtener las divisas capaces de garantizar la sustentabilidad de su programa financiero pautado con el propio FMI.
Según las estimaciones que ofrece el mismo informe, en 2019, los precios de esas materias primas seguirán con un rumbo descendente del 2% durante el próximo año principalmente como resultado de la desaceleración de la demanda del gigante asiático.
De las deliberaciones en el Foro de Davos participarán el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne y el titular del Banco Central Guido Sandleris que mantendrán el jueves una reunión con la titular del FMI, Christine Lagarde.