La dura política monetaria del Banco Central para frenar el alza del dólar configuró un nuevo mapa financiero. Sus efectos se notaron con la abrupta suba de la tasa de interés, que tuvo su correlato en dos hechos: una reducción en los créditos otorgados y una mayor morosidad en la devolución de los préstamos ya acordados.
Según consignó la entidad en su informe monetario de septiembre, los montos de los créditos al sector privado cayeron 3,6% en términos reales. La publicación señala que hubo “caídas generalizadas en todas las líneas”: adelantos a empresas (1,9%), financiación con documentos (6%), préstamos personales (3,4%), hipotecarios (2,3%) y financiación con tarjetas (1,5%).
Por la misma razón, se complicó el cumplimiento de las obligaciones ya contraídas. El monto de cheques rechazados por falta de fondos entre enero y agosto subió 153% con relación al mismo período del año anterior. En julio de este año (último dato disponible), esos cheques sumaron $ 4.500 millones, el doble que en 2017.
La calificadora de riesgos Moody’s también alertó a sus clientes sobre el problema. “El incumplimiento en el pago de créditos al consumo pasó del 2,9% en diciembre al 3,7% en julio (…). El aumento de la inflación y las tasas de interés, junto con la recesión resultante en Argentina, han debilitado la demanda de créditos tanto de las empresas como de los consumidores». También pronosticó que la morosidad puede llegar al 4,5% de los créditos totales al final de 2019.
Si la tendencia se profundiza, puede convertirse en un problema a largo plazo para los bancos, que hasta ahora logran ganancias prestando dinero al gobierno con rendimientos tentadores. Este martes las acciones del Macro (-7,4%), Francés (-7,3%) y Galicia (-6%) lideraron la caída de la bolsa porteña. En Wall Street, los certificados de acciones de esas tres entidades también tuvieron pérdidas superiores al 5%.
El panorama se viene agravando por las tasas cada vez más altas que el Central dispuso para frenar la devaluación. La decisión de su nuevo titular, Guido Sandleris, de impedir cualquier crecimiento del dinero circulante agudizó la suba: las Leliq (letra usada como referencia) abonan el 74% anual y sirven de piso para quienes necesitan tomar préstamos en los bancos.