Según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino difundidos por el ministerio de Trabajo relativos al mes de octubre de 2020 el empleo registrado en general ratificó su leve recuperación que acumula cinco meses consecutivos luego del desplome de marzo y abril. Así las cosas, según datos oficiales, existen hoy en la argentina 11.901.300 puestos de trabajo registrados luego de retroceder en mayo a poco más de 11,7 millones. La cifra sin embargo se encuentra 244 mil puestos por detrás de los registrados de octubre del año anterior.
Con todo, el impacto de la recuperación ha sido desigual entre los distintos sectores toda vez que el empleo público, con 3.223.600, se encuentra incluso por encima de los registros de octubre de 2019. A la hora de analizar el empleo registrado privado (en el sector informal la destrucción de empleos superó durante la pandemia el millón y medio), si bien se verifica una caída con relación a un año atrás de casi 250 mil puestos de trabajo, surge que en la industria manufacturera, por ejemplo, los puestos de trabajo ya se ubican por encima de los contabilizados en noviembre de 2019 y se aproximan a los registros de un año atrás luego de sufrir un desplome en mayo de 2020.
No es el caso del sector de la construcción que exhibe 334.500 puestos registrados en octubre de 2020 cuando un año antes existían 90 mil puestos más y que los mismos llegaron a un pico de casi 470 mil. Tampoco de sectores de servicios como hotelería y gastronomía que persisten en una tendencia decreciente que no se revirtió ni siquiera con las flexibilizaciones para bares y restaurantes y la ratificación de la temporada estival.
Según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV, “en el mes de noviembre los despidos sin causa experimentaron una caída interanual de 0,3%, al mismo tiempo, que está modalidad representó solo el 3,1% de las bajas del mes de noviembre, a diferencia de la renuncia que fue la forma de desvinculación más alta, ya que se ubicó en 58,4%”. El dato podría indicar una vía de elusión a la legislación vigente por la vía de inducir retiros voluntarios.
El mismo informe destaca que, según los relevamientos oficiales “las expectativas de los empresarios para el mes de noviembre son positivas en 0,8%, lo que resulta el segundo mes consecutivo en donde la proporción de las empresas que esperan aumentar personal superan a las que esperan disminuirlo”
Para la UNDAV la justeza de las políticas públicas se pone de manifiesto en clave comparativa con la crisis de 2001-2002: “en la crisis del 2002, el PBI se contrajo un 11% y el trabajo registrado privado retrocedió un 10%. Mientras que entre enero y septiembre del año 2020 el producto se retrajo un 12% con relación al mismo período del año 2019 y el empleo registrado privado solo disminuyó un 4%”.
El mismo informe destaca que, a pesar de la pandemia, “en 2020 los salarios privados vienen cayendo menos que en 2019 y 2018. En 2018 acumularon una caída interanual a octubre de 3,7% en términos reales, en 2019 la caída real acumulada fue del 6,5% y en 2020 la caída real registrada es del 1,9% a octubre”. El dato pretende demostrar que, a pesar de la gravedad de la crisis, el poder adquisitivo de los trabajadores se vio menos perjudicado que en años anteriores en condiciones de normalidad. Sin embargo soslaya que, esa caída se verifica por encima de lo acumulado y que, según datos del propio INDEC, las ganancias empresarias escalaron 12 puntos en su participación en la creación de valor agregado.
En clave comparativa regional, “si comparamos los salarios reales del sector privado registrado con los de enero del 2020, en Uruguay la contracción es del 3%, mientras que en Argentina la caída real es de 4,3%, en México de 5,8% y en Perú de 7,8%”.