Un duro informe del Centro de Economía y Política Argentina (CEPA) reveló que el programa Precios Cuidados cambió entre el gobierno de Cristina Fernández y el de Mauricio Macri: entre la última canasta de 2015 y la de 2017, el programa tiene «menos alimentos, menos variedad y definitivamente menor calidad».
Según el informe, la nueva canasta es sustancialmente distinta: contiene cerca de 100 productos menos, tiene menos alimentos, menos variedad y definitivamente menor calidad. Además, se comercializa solamente en grandes supermercados, dificultando el acceso a los consumidores del interior y de menores recursos, que suelen consumir en comercios de proximidad.
Sobre el incremento de las segundas marcas, el CEPA indica que «se observa una tendencia al reemplazo de productos líderes por productos con menor peso en el mercado, afectando el principal objetivo del Programa: acuerdos que oficien como precios de referencia. Ya no es un conjunto de bienes que puedan servir de ancla para los precios, sino una canasta barata para pobres».
Señala que la mayoría de los productos retirados de Precios Cuidados eran las líneas más populares de cada empresa y fueron reemplazados por otros, menos vendidos, como por ejemplo la leche en sachet La Serenísima fue reemplazada por la segunda marca de Mastellone, denominada La Armonía, es ilustrativo de esta estrategia.
Desde el Cepa señalaron que existe una «ostensible estrategia» de las compañías dirigida a colocar en el plan sus productos menos vendidos -segundas marcas-, «liberando» a sus productos más vendidos de un acuerdo de precios que ponga «techo» a los aumentos.
«El programa ya no oficia como un sistema de precios de referencia sino que ofrece una variedad de productos muy limitada y con escasos productos de consumo masivo, permitiendo a las grandes empresas mantener sus marcas líderes y mayormente consumidas -con estrategias publicitarias detrás- por fuera del control de precios», analizaron desde el Cepa.
Por último, el informe destaca que la eliminación de la propaganda y los controles a cargo del Estado «constituyen una de las principales falencias, ya que limitan fuertemente el alcance del Programa, afectando a consumidores (tienen poca información y orientan su consumo a otros productos publicitados fuera del Programa) y a las empresas (eliminando el principal incentivo a participar, el de la publicidad)».
«La estrategia de Cambiemos ha sido fuertemente perjudicial para la potencialidad que el programa ostentaba. Vaporizó la marca Precios Cuidados como activo intangible -que los publicistas denominan valor de marca- eliminando la publicidad, los productos líderes, el compromiso oficial del gobierno con el programa y despidiendo a la mayor parte del personal que tenía la experiencia y el conocimiento necesarios para llevar a cabo este trabajo», concluyó el informe.